Corredor de Hotel


Las puertas, antes abiertas,  
ahora murmuran en silencio,  
cada habitación guarda historias,  
de un tiempo lleno de anhelos.

Recuerdos flotan en el aire,  
como el perfume que dejaste,  
cada paso que dimos juntos,  
en este pasillo que ahora es un trance.

Las alfombras, testigos mudos,  
de caricias y promesas,  
hoy susurran soledad,  
en un rincón donde el tiempo pesa.

El reloj avanza, pero aquí,  
todo se ha detenido,  
en el corredor que un día vibró,  
con la magia de un amor compartido.

Las paredes, testigos callados,  
guardan secretos de un tiempo dorado,  
donde el amor danzaba ligero,  
y el futuro brillaba, soñado.

Ahora el corredor se siente frío,  
cada sombra trae su recuerdo,  
las luces titilan en el silencio,  
y el aire se siente denso, pesado.

Los cuadros miran con tristeza,  
sus miradas vacías, sin prisa,  
mientras el polvo cubre el suelo,  
como un manto que oculta la risa.

Te busco en cada rincón,  
pero el eco solo responde,  
en este corredor desolado,  
donde el amor ya no responde.

Quizás un día florezca de nuevo,  
un destello, un susurro, un deseo,  
pero hoy el corredor está vacío,  
cargado de un amor que se fue,  
sin aviso.

Y aunque el espacio esté vacío,  
llevo en mí la huella de tu risa,  
en cada esquina, en cada sombra,  
nuestro amor aún persiste,  
aunque el hotel esté en calma,  
y el corredor, solo,  
se vista de nostalgia.
Ricardo Abud (Chamosaurio)

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. M.Sc.Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en, Union County College, NJ, USA. Email: chamosaurio@gmail.com

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