Del Amor al ......


Hubo un tiempo en que tu risa era mi canción,
tu mirada, mi refugio, mi pasión.
Hoy solo queda un eco de dolor,
un puñal de recuerdos y rencor.

No odio por falta de cariño,
sino porque el adiós llegó de improvisto.
El pecho duele, el alma grita,
y el corazón, herido, se agita.

¿Fue el engaño? ¿Fue el orgullo?
¿Fue que el tiempo nos secó como al barro?
O tal vez, simplemente,
el amor se volvió costumbre y luego sueño.

El odio quema, pero duele más
guardarlo en silencio, sin poder lanzar
las palabras que ahogan, las lágrimas que arden,
como sal en una herida que no cicatriza.

Es fuego que no calienta,
es hielo que no congela,
es un nudo en la garganta
que ni gritos desenredan.

Pero un día, sin aviso,
el rencor se hace cansancio.
Ya no hay fuerzas para odiar,
solo paz para olvidar.

Perdonar no es justificar,
es romper las cadenas y caminar.
Es entender que el amor, al morir,
nos dejó cicatrices para seguir.

Hoy respiro, hoy me levanto,
con heridas, pero en paz.
El odio fue solo un puente
entre el amor... y la libertad.

P.D. Cualquier tipo de ruptura genera muchas sensaciones encontradas, relaciones de hermanos, amigos, de trabajo, de parejas, el odio no debe ser el motor que dirija esa ruptura, menos aun los resentimientos guardados que de imprevisto emergen para justificar las rupturas, solo no es lo correcto.   
Ricardo Abud (Chamosaurio)

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. M.Sc.Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en, Union County College, NJ, USA. Email: chamosaurio@gmail.com

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