Fue tu error,
fue tu orgullo,
fue tu miedo,
fue tu culpa.
yo solo daba,
yo solo esperaba
lo que nunca llegaba.
Tú eres el cobarde
que no supo amar,
tú eres el que huye
sin saber explicar.
Tú rompiste el espejo
y ahora corta mi pie,
tú sembraste el veneno
y exiges que no me queje.
(Yo fui el bueno,
yo fui el fiel,
yo puse el alma
y tú pusiste hiel.)
Mis defectos
eran "encantos",
tus virtudes
...se volvieron fantasmas.
Pero en la noche,
cuando el silencio golpea,
una voz susurra:
¿Y si la culpa no era solo ajena?
Tal vez yo también
cerré los ojos,
tal vez yo también
jugué a ser dios.
Tal vez el amor
no se murió solo...
lo ahogamos los dos.