El eco de tu risa ya no llena mi espacio,
solo sombras quedan de lo que fue un abrazo.
Las promesas, como hojas, las llevó el viento frío...
y en mi pecho solo late el vacío.
Pero sigo caminando, sin mirar atrás,
buscando en el silencio lo que nunca me diste en paz.
No es rencor, solo es calma,
mi alma ya no llora, se liberó de tu falsa luz.
Y me abrazo a la libertad, sin temor a extrañarte,
mi corazón responde: No hay que forzar el olvido,
cuando se ama con verdad, el adiós duele, pero es digno
Tus besos fueron lluvia de agosto,
breve frescura en mi piel desierta.
Hoy son arena entre mis dedos,
huellas que el mar borró a su vuelta.
Tu amor fue espejismo en mi sed,
dulce mentira de miel y cuchillo.
Yo fui jardín sin invierno,
hasta que tus heladas quemaron mis raíces.
Pero hasta el desierto florece
cuando aprende a beber de sus lágrimas.
Ahora soy tormenta que se limpia a sí misma,
fénix de cenizas propias.
Y me refugio en los brazos del tiempo,
tejedor silencioso
que convierte el dolor en seda de luna,
y tus recuerdos en pétalos de nada.
Porque el amor que muere sin ruido
es solo otro nombre para la libertad.
Qué bello es romper las cadenas
y descubrir que el alma tiene alas de oro.
Porque el amor no es lástima ni es cadena,
y hoy comprendo que soltar también es querer.
Qué dulce es el despertar cuando el amor… se vuelve paz.
(Y el nuevo sol brilla más fuerte)
breve frescura en mi piel desierta.
Hoy son arena entre mis dedos,
huellas que el mar borró a su vuelta.
Tu amor fue espejismo en mi sed,
dulce mentira de miel y cuchillo.
Yo fui jardín sin invierno,
hasta que tus heladas quemaron mis raíces.
Pero hasta el desierto florece
cuando aprende a beber de sus lágrimas.
Ahora soy tormenta que se limpia a sí misma,
fénix de cenizas propias.
Y me refugio en los brazos del tiempo,
tejedor silencioso
que convierte el dolor en seda de luna,
y tus recuerdos en pétalos de nada.
Porque el amor que muere sin ruido
es solo otro nombre para la libertad.
Qué bello es romper las cadenas
y descubrir que el alma tiene alas de oro.
Porque el amor no es lástima ni es cadena,
y hoy comprendo que soltar también es querer.
Qué dulce es el despertar cuando el amor… se vuelve paz.
(Y el nuevo sol brilla más fuerte)
P.D. aun miro a mi alrededor y siento nostalgia al saber que se han marchado y tomando rumbo celestial esos afectos, que en mi claridad obsoleta siguen estando presentes al cerrar mis ojos, lloro ya no en silencio, es estruendoso el caudal de lágrimas que recorren mi alma al saber que ya no están entre nosotros, las amare por siempre, madre amada, Mary. Espero verlas pronto.