las estrellas susurran secretos antiguos,
un eco de risas en la brisa suave,
como un aroma de flores en primavera.
Las nubes vagan, danzando sin rumbo,
pintando sueños en la inmensidad,
cada destello un recuerdo escondido,
cada atardecer, un suspiro de nostalgia.
Los pájaros trazan caminos dorados,
mientras el sol se oculta tras los montes,
y en la penumbra, la luna asoma,
guardiana de historias que nunca se apagan.
Bajo este cielo, mi corazón se eleva,
entre los susurros del viento sereno,
y aunque el tiempo nos lleve por senderos,
la luz de tu risa sigue brillando en mi alma.
Las estrellas brillan como promesas,
iluminando senderos de lo que fue,
y en cada noche, vuelvo a encontrarte,
en el murmullo suave de la eternidad.
Las olas del mar traen tu voz,
un canto de amor que nunca se olvida,
y en el horizonte, donde el sol se apaga,
mi corazón late en cada despedida.
Así, bajo este cielo infinito,
mi ser se aferra a lo que hemos sido,
pues aunque el tiempo nos separe,
tiempo que no termina de entender
donde quedo todo
donde esta todo
tanto soñar en alto
para hoy sentir las ausencia,
tu esencia vive en cada suspiro.