Eres la melodía que despierta mi alma dormida,
la constelación que guía mis noches perdidas,
en cada latido encuentro tu esencia querida,
como aurora boreal que mi cielo ilumina,
susurro de eternidad que mi ser fascina,
en tus ojos habita mi calma infinita,
y en tu sonrisa, mi dicha más genuina.
Cuando hablas, el tiempo se detiene en suspenso,
cada palabra tuya es un verso intenso,
tu risa resuena como campana de plata,
despertando en mi pecho una sinfonía grata,
eres el faro que calma mi tormenta interna,
la brújula fiel de mi navegación eterna,
en tu silencio encuentro mi confesión,
en tu presencia, mi más pura bendición.
Tus manos esculpen catedrales en mi piel,
arquitectas de sueños que no puedo creer,
cada caricia construye puentes al cielo,
conectando mi tierra con tu dulce desvelo,
eres la sinfonía que mi corazón compone,
la partitura secreta que mi alma dispone,
en cada suspiro escribes mi destino,
en cada mirada, mi sendero divino.
Como marea nocturna llegas a mi orilla,
transformando mis rocas en suave arcilla,
tus secretos son estrellas que adornan mi noche,
constelaciones íntimas que mi ser abroche,
eres el horizonte donde mi vista descansa,
la profundidad marina donde mi alma danza,
en tus brazos encuentro mi puerto seguro,
en tu amor, mi presente y mi futuro.
El universo conspira cuando tú me miras,
las galaxias danzan siguiendo tus mentiras,
mentiras dulces que susurras al oído,
prometiendo que nunca me habrás perdido,
eres el reflejo de mi luna en el agua,
el destello dorado que mi sed embriaga,
en tu corazón encuentro mi hogar verdadero,
en tu alma, mi compás y mi sendero.
Cuando duermes a mi lado, el mundo se aquieta,
tu respiración marca el ritmo del planeta,
eres la sinfonía que calma mis tormentas,
la melodía que todas mis penas ahuyenta,
en cada amanecer renuevo mi promesa,
de amarte con la fuerza de la naturaleza,
eres mi refugio, mi tormenta y mi calma,
la dueña absoluta de mi cuerpo y mi alma.
En este instante eterno donde habita mi verso,
grabo tu nombre en cada rincón del universo,
eres la respuesta a preguntas no hechas,
el eco perfecto de mis noches deshechas,
tu amor es el fuego que nunca se extingue,
la llama sagrada que mi ser distingue,
en ti encuentro todo lo que he buscado,
mi presente perfecto, mi pasado sanado.
Por siempre serás tú mi única verdad,
la música eterna de mi felicidad,
en cada latido llevas mi juramento,
de amarte más allá del último momento,
eres mi infinito en forma de mujer,
mi razón de ser, mi forma de creer,
y mientras las estrellas sigan brillando arriba,
mi amor por ti eternamente perviva.
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