donde las palabras se vuelven susurro,
nace el amor como un canto seguro,
un refugio hecho de besos y miedo.
tu piel, la tierra que quiero pisar.
En cada mirada, hay versos sin par,
un cuento escrito en lo hondo, muy hondo.
Eres el sueño que vive despierto,
la luz que guía mis pasos cansados,
el abrigo en noches de frío cierto,
la risa que cura mis días callados.
Juntos aprendimos a amar con heridas,
con miedos, con dudas, con tanto pasado,
pero también con futuro en las vidas,
y un deseo de ser algo sagrado.
No es perfecto, pero es verdadero,
como el sol que nace tras la tormenta.
Es el fuego que arde sin hacer daño,
es el puerto al que siempre regreso.
Amor de dos, donde uno se encuentra,
en el otro, su paz y su guerra.
Amor que crece aunque el tiempo corra,
amor que llora, que ríe, que arraiga.
Por eso hoy digo, con voz temblorosa:
gracias por amarme con alma y sin máscara,
gracias por ser mi noche y mi aurora,
mi historia nueva y mi canción preciosa.
Porque contigo aprendí, de verdad,
que el amor no es solo una palabra…
es carne, es calor, es mirar a tu lado
y saber que jamás te sientes sola.