de nubes grises, de cielos azules,
aprender a soltar y a sonreír,
a superar las pruebas más crueles.
la esencia de la fe que nos augura.
Las alas rotas, la caída incierta,
el polvo en el camino, el dolor,
mas siempre el alma se despierta,
con la fuerza de un nuevo resplandor.
Resurgir de las cenizas, la proeza,
que en cada herida se hace pureza.
Los vientos cambian, la dirección también,
el rumbo incierto, la brújula extraviada,
mas dentro llevamos un joven gen,
la fuerza interior, nunca desmayada.
La vida es danza, un ritmo que nos mueve,
la melodía que el espíritu remueve.
Y al fin del viaje, la calma serena,
la paz de haber surcado cada cielo,
con el morral lleno, sin pena,
y el corazón libre, sin anhelo.
La vida es arte, un don que se nos dio,
el cuadro en blanco donde todo creció.