Muros Invisibles


Hay quien construye muros con palabras no dichas,
ladrillos de silencio que van creciendo adentro,
mientras el corazón grita detrás de las costillas
y las manos tiemblan buscando un gesto.

Algunos aprendieron que sentir duele demasiado,
que es mejor ser de piedra cuando llueve,
que las lágrimas son lujo de los débiles
y que el amor es trampa que se debe evitar.

Viven con el termostato del alma averiado:
ni frío que despierte, ni calor que abrace,
solo esa temperatura tibia del que sobrevive
midiendo cada abrazo, cada palabra, cada roce.

Quisieran decir "te amo" pero la garganta se cierra,
quisieran llorar pero los ojos se secan,
quisieran gritar de alegría pero algo los frena,
como si el mundo fuera una biblioteca eterna.

Son prisioneros de su propia fortaleza,
guardianes de un castillo sin tesoro,
esperando que alguien rompa la promesa
de que sentir es peligroso, que amar es solo lloro.

Pero en las madrugadas, cuando bajan la guardia,
se asoman por las grietas de su armadura,
y susurran bajito: "Yo también tengo miedo,
yo también necesito ternura."

Porque detrás del muro hay un niño asustado
que una vez creyó en los finales felices,
que una vez dio su corazón sin cuidado
y ahora guarda las llaves en cicatrices.

No son de hierro, aunque parezcan fríos,
no son de piedra, aunque se hagan los duros.
Son seres humanos perdidos en sus propios laberintos,
buscando la salida de sus muros.

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Ricardo Abud (Chamosaurio)

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. M.Sc.Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en, Union County College, NJ, USA. Email: chamosaurio@gmail.com

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