En la oscuridad, la esperanza surge,
Un destello brillante que al corazón urge.
En cada latido, en cada aliento,
La promesa de vivir se hace presente.
Aunque el camino sea empinado y duro,
La esperanza nos guía con su fulgor puro.
Nos levanta cuando estamos caídos,
Nos inspira a seguir, sin rendirnos vencidos.
En las noches más largas y frías,
La esperanza enciende nuestras alegrías.
Nos susurra al oído que hay un nuevo día,
Un mañana lleno de luz y poesía.
En cada sueño truncado, un nuevo horizonte,
La esperanza nos muestra que nada es en vano.
Nos anima a persistir, a seguir adelante,
A luchar por nuestros sueños con fervor constante.
La esperanza nos enseña que la vida es un regalo,
Que cada momento cuenta, que no hay tiempo para el desmayo.
Nos invita a amar, a perdonar y a crecer,
A vivir con pasión y a nunca dejar de aprender.
Así que abraza a la esperanza con gratitud,
Deja que llene tu ser de plenitud.
Porque en cada latido, en cada suspiro,
La esperanza nos brinda el poder de vivir.
¡Vive con esperanza, con fe y con amor,
Y descubrirás la belleza en cada amanecer,
En cada desafío, en cada resplandor,
La vida es un regalo, ¡aprende a agradecer!