En el corazón de mi pecho, construyo una cajita de amor,
Un tesoro mágico donde vive el encanto y el fulgor.
Dentro de ella, Aisha, José, Juan y Darían,
Cuatro estrellas brillantes en un cielo sin fin.
Aisha, la princesa radiante de sueños y fantasía,
Con su risa de cristal y alma llena de alegría.
Sus palabras, hilos de luz que tejen un cuento,
Donde los sueños se vuelven realidad en un solo momento.
José, el arquitecto del conocimiento y la sabiduría,
Con su mente curiosa y sus ideas de magia pura.
En su cajita, los libros se transforman en aventuras,
Donde el aprendizaje se viste de risas y texturas.
Juan, el pillo travieso de la sonrisa pícara,
Con su juego de esconder y pegar, risas sin parar.
En su cajita, los secretos se vuelven travesuras,
Donde la diversión se convierte en risas seguras.
Darían, el explorador de dinosaurios y sueños,
Con su valentía y curiosidad que nunca tienen dueños.
En su cajita, los prehistóricos se vuelven amigos,
Donde la imaginación vuela alto, sin testigos.
En la cajita de amor en mi pecho, todos se encuentran,
Aisha, José, Juan y Darían, risas que nunca se desprenden.
En cada rincón, un mundo de imaginación despierta,
Donde la magia de ser niños se celebra, ¡qué fiesta!
En esta cajita de amor, la prosa se llena de fantasía,
Donde Aisha vuela con alas de poesía.
José, construye castillos con palabras de conocimiento,
Juan, esconde travesuras en cada verso suyo sin tormento.
Y Darían, conquista dinosaurios en latidos de emoción,
En esta cajita de amor, se entrelaza su pasión.
Cuatro estrellas brillantes, juntas en un mismo espacio,
En el cofre de mi pecho, un tesoro lleno de abrazos.
Que en esta cajita de amor, siempre encuentren refugio,
Aisha, José, Juan y Darían, niños llenos de prodigio.
Que sigan construyendo sueños con su imaginación,
Y que el amor en sus corazones sea eterna canción.
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