no hay mirada que perturbe tu ansiedad,
desmontando la película incierta
que funde tu alma en el olvido.
cubriendo el dolor de la partida,
sumergida en lo más elemental
de las torpezas de tu mundo insólito.
Perversa corres entre la multitud
abrazando tus delirios de grandeza,
mutilando la esperanza del amor
osando ver realidades paralelas.
Construyes la desdicha en la hermandad
de tus insanas bondades
castigas el verbo con los gritos
de autosuficiencia tardía.
Marchitas el amor
no quieres saber de felicidad,
desorbitando los sueños en los augurios
de la torpeza sideral.
Oh tristeza que navegas en su órbita
disolución intrínseca de sus atributos,
luchas por la renovación
al lado de la sabiduría de la oscuridad.
Aún tropiezas los duendes de tu maldad
auspiciados por depredadores de oficio,
llegas al fondo y regresas mas torpe que antes
más arrogante que tu sombra
Pobre, pobre y más pobre pensamiento
deja de luchar con tu yo interior,
retoma tu vida donde la dejaste y revive
el amor dispuesta a ser feliz.
