Querido niño de rodillas raspadas:
No dejes de creer en los dragones
ni en que los armarios pueden ser portales.
será tu mayor tesoro.
Guarda en frascos de vidrio
los sonidos del verano:
grillos, ventiladores, helados derritiéndose,
porque un día los necesitarás
para recordar qué es la felicidad.
No tengas prisa por crecer.
Los adultos mienten cuando dicen
que ser grande es mejor.
La magia no se va con los años,
solo se esconde mejor.
Con amor infinito,
Tu yo del futuro.
Sole mío, estas imparable, muchos besos siempre. VG
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