En pocas horas estaremos celebrando una nueva Navidad y la imaginación
ha de comenzar a volar para atraernos en lo más profundo y maravilloso del amor,
un amor tanto intenso como posesivo, el amor a mis nietos y ni nieta.
El destino nos ha jugado una mala pasada, sin entrar en
detalles esto ha posibilitado que la imaginación recree nuevamente la
Natividad, mis tres nietos varones estarán
jugando en las travesuras de su candidez,
mi nieta fiel nuevamente se mantendrá por ahora apegada a la más estricta de
las costumbre, pasara estas navidades conmigo, su locuaz pasión desborda mi alegría
y sus ocurrencias me mantendrán humanamente despierto para disfrutar una nueva
navidad.
La situación del país es en demasía tensa, pero el sabor de
mi nieta llenara espacios de luz en nuestra vida. Mis nietos Juan y José andarán
por esos lugares de dios cantando villancicos que casi no se les entiende,
esperando al niño Jesús a ver si les trae lo tan anhelado que solicitaron.
Mi nieto más pequeño Darían seguirá ausente, nuevamente el teléfono
móvil será el punto de equilibrio entre él y yo y lo que nos unirá en la
distancia.
Más allá de la distancia los seguiré amando y extrañando a esos tres
pequeños traviesos, dios permita darme mucha salud para disfrutarlos. Mi amor
es y será infinito para ellos, la distancia no ha sido ni será obstáculo para
amarlos.
Aisha, José, Juan y Darían los quiero y amo que jode, por
ser lo que son y por brindarme tanta alegría con sus ocurrencias. Les deseo una
Feliz Navidad y un Próspero año 2019.
Pronto dejare de verlos en el espejo para jugar hasta más no
poder.
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