Dedicado a mis hermanos
El 23 de abril de este año (2021) no será fácil olvidar, nuestra madre cumplió su tarea encomendada y partió de este plano material, como para mi creo es para todos ustedes uno de los días más difíciles, pensar que nuestra madre se nos vaya generaba un miedo innegable, una subordinación hacia algo desconocido, imaginado tal vez pero indescriptible.
Para todos los hijos nuestra madre es la mejor del mundo,
para nosotros fue la mejor de nuestro mundo, cada quien en su mundo particular
debe valorizar e internalizar ese sentimiento, nuestra madre fue todo lo que necesitábamos
en la vid para ser feliz, no era perfecta tal vez, pero represento la guía de
la perfección para cada uno de nosotros.
A casi 2 meses de tu partida he tratado de describir lo que
siento, seguro mis hermanos también, cada quien hará su inventario en el banco
de sus sentimientos, las aflicciones deben de ser diferentes, creo que confluye
la tristeza, frustración, rabia, paz, no sé, a lo mejor u poco de todo.
86 años cumplidos de nuestra madre al momento de dejarnos, a
Alfredo nuestro hermano mayor, mama le dio 65 años de gozo y 48 años a mis
hermano menores morochos (Aurita y Roberto), no podemos decir que Alfredo la
disfruto más y los morochos menos, no, sería absurdo pensarlo, cada quien la vivió
en su espacio y en su tiempo, con sus propios recuerdos y vivencias. El amor
que nos regaló Aura está impregnado en nuestra memoria, se regocija en nuestra
alma y vive en nuestro material genético, seguimos viviendo sin ella con
nosotros, ahora vive en nosotros. Es extraño
cuando sentimos que ya no está, nuestra mirada se pierde en los recuerdos tan
maravillosos que albergamos de ella, me llega
la memoria su dolor por la pérdida de nuestro hermano Rolando, ahora la disfruta él y nosotros la extrañamos. Como olvidar ese
primero de diciembre en que vimos a Aura destrozada, Rolando se nos iba. El 31
de diciembre de ese mismo año, nuestra madre se puso más bella de lo que era y
cerramos la puerta y recibimos el año rezando por nuestro hermano, no hubo una
lagrima, después se desmorono y su
sufrimiento marco nuestras vidas y nos anunciaba lo que nos tocaría vivir ante
la ausencia de un ser maravilloso y lo más parecido a nuestra madre. Fueron muchos
momentos de ver lo recia de nuestra madre, recuerdo cuando nuestro tío Manuel falleció,
tenía yo que darle esa noticia teniendo a Alfredo en terapia intensiva después de
su trasplante, no sabía cómo hacerlo y lo pospuse hasta día siguiente, Neyeska
hablo con mama al día siguiente y mama entro en el cuarto y solo me dijo a qué
hora salíamos a al funeraria, la llevamos, al salir como pudimos la montamos en
la camioneta rumbo a la clínica, quería estar ahí para ser testigo de la evolución
de Alfredo, así era y fue el temple de nuestra
madre.
Es imposible dibujar lo que Mama represento en nuestras
vidas en líneas, las emociones son indescriptibles y las letras no le hacen el
justo valor a una mujer que entrego su vida a nosotros, individual y colectivamente,
no hubo mayor o menor amor hacia
nosotros, amo a sus 6 hijos de manera diferente como solo una madre puede
hacerlo.
Hoy me levanto desconsolado y me acuesto muy frustrado no
tengo a quien echarle vaina y pedirle la bendición, Mama descansa en paz, la
lluvia en nuestra alma, recorre todo nuestro en ocasiones se exterioriza, aunque
la reprimimos, llorar es bueno, más allá de entender muchas cosas, que cada uno
de nosotros piensa, pero existe el libre albedrío y cada uno de nosotros vive
su dolor como mejor lo entiende, no todos somos Aura.
Se y oro por ello, no debemos esperar que converjan las
dificultades para tratar, porque eso hacemos “tratar” de ser felices por momentos, su recuerdo nos
hace felices, pero debemos avanzar, vivir
lo que nuestro amado dios tiene dispuesto aun para nosotros, solo el
tiempo dispondrá hasta donde hemos de llegar y reencontrarnos.
Continuara……
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