Mi nieto José.

En el mundo mágico de cables y circuitos,

Donde el saber y la tecnología son infinitos,

Brilla José, mi nieto, el niño prodigio,

Con su mente curiosa y su ingenio amigo.

Es un mago de la pantalla luminosa,

Donde las ideas se convierten en mariposas.

Su teclado es su varita, su sonrisa encantada,

Y sus palabras, chispas de luz deslumbrada.

José es un explorador del mundo virtual,

Un aventurero en busca del saber sin final.

Sus dedos, como ágiles hadas danzantes,

Surfean por los mares de datos fascinantes.

En su mente, un museo lleno de enigmas,

Donde los bits se transforman en estímulos y dogmas.

Sus metáforas, juegos de palabras coloridos,

Que en el reino de la inteligencia son bienvenidos.

Es un arquitecto de ideas, un constructor de sueños,

Donde los algoritmos se vuelven cuentos risueños.

Sus conceptos, como bloques de construcción,

Crean un puente entre la tecnología y la diversión.

José, el niño tecnológico de palabras sabias,

Convierte la ciencia en un juego lleno de alegrías.

Sus versos, como canciones de un código encantado,

Llegan a los corazones de todos, sin ser ignorados.

Que José, el mago de las letras y los números,

Siga explorando el mundo con su ingenio ilustre.

Y que inspire a otros niños a soñar y crecer,

En el universo de la tecnología, ¡qué placer!