Días Contados


Las calles susurran nombres que no reconozco,
edificios y paisajes que me son ajeno
mientras camino entre rostros que nunca aprenderán el mío.
Hay días que pesan como maletas sin destino,
y otros que se desvanecen como humo entre los dedos.

El tiempo aquí tiene otro sabor,
una ciudad que no me pertenece, muy 
diferente a la que guardaba en los rincones de mi memoria.
Los calendarios marcan fechas que no significan nada,
y las horas se arrastran como heridas que no cicatrizan.

A veces miro hacia el horizonte
y me pregunto qué me espera del otro lado.
¿Será acaso el descanso que tanto he buscado?
¿O solo otra estación en este viaje incierto?

Las noches me abrazan con su manto de preguntas,
mientras las estrellas dibujan mapas que no sé leer.
Hay una puerta que se abre lentamente en mis sueños,
y del otro lado, una luz que no logro descifrar.

Los días se cuentan ahora de manera extraña,
no hacia adelante, sino hacia algo indefinido.
Como si cada amanecer fuera una página menos
en un libro cuyo final se acerca sin prisa.

Y aquí estoy, esperando.
No sé bien qué, ni cuándo,
solo que algo cambiará pronto,
algo que transformará todo lo que soy.

El viento me trae noticias de lugares lejanos,
susurros de un mañana que tal vez no alcance a ver.
Pero no hay tristeza en esta espera,
solo una extraña paz que no sabía que existía.

Quizás el verdadero viaje no es hacia ningún lugar,
sino hacia ese momento en que todo se vuelve claro,
cuando las dudas se desvanecen como la niebla,
y finalmente comprendo por qué estuve aquí.

Por ahora camino, respiro, existo,
entre la soledad y la esperanza,
sabiendo que cada paso me acerca
a ese umbral que tanto he presentido.

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket
Ricardo Abud (Chamosaurio)

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. M.Sc.Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en, Union County College, NJ, USA. Email: chamosaurio@gmail.com

Publicar un comentario

Deje su comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente