lunes, septiembre 30, 2019

A mí querido hermano Franklin.

A mí querido hermano Franklin.
Ricardo Abud

Sé que la distancia nunca fue impedimento para que jugaras con tus recuerdos y buscaras descifrar toda la melancolía que tú alma encerraba. No era solo tu alma, eran el alma de miles que como tú y yo, tuvimos el gran privilegio y orgullo de vivir en la maravillosa patria del eterno Lenin, Moscú.
Para nadie es un secreto que fueron años extraordinarios, que pasaron sin darnos cuenta, en ocasiones solo queríamos acabar la carrera y regresarnos, no sabíamos a que nos enfrentaríamos en el futuro.
Un futuro que te toco vivir como a todos, sin presumir, puedo decir que Moscú nos robó nuestra vida, nos dejó encerrados en un mar de recuerdos interminables, sus calles, su gente, sus pueblos, su humidad y sobre todo el placer de habernos conocidos, jóvenes que muchos países que abrigábamos un solo sueño hacernos profesionales y la Unión Soviética nos dios ese inmenso privilegio.

No sabíamos a qué intercambio nos enfrentábamos, hoy cada uno de nosotros lo sabe, dejamos el alma en muchas ciudades de la Unión Soviética, y con ella las vivencias que hoy incluso recordamos como si se tratara del presente.

Quien te conoció, supo de tu gran calidad humana y solidaria, las anécdotas las contara por cientos ya que en todos esos años se acumulaba a nuestros recuerdos.  Hoy mantengo vivo, uno de muchos. Recuerdo que Carlos García y yo no encontramos en nuestra комната (Cuarto de la Residencia) y el día anterior habíamos dibujado muchos panfletos donde tratábamos de ridiculizar a Peposhka (Nuestro querido Pepe, ecuatoriano) por mala conducta, Peposhka había quedado mal, del relajo tan grande que había sufrido por parte de todos los latinos ese día, en la noche Carlos y yo decidimos continuar la broma (en eso nos tocan la puerta (eran como las 11 de la noche), al abrir se aparecen Franklin y Campis, después de tanto insistir, Carlos y yo les revelamos la verdad de que si éramos nosotros y comenzamos a trabajar, al día siguiente Peposhka llego desmoralizado y pidiéndonos por favor  que le dijéramos quienes eran los de la broma, nunca lo supo sino 20 años después, un 9 de mayo, en una maravillosa velada que tuvimos en Moscú.

Franklin tenia dominio del idioma ruso mejor que muchos latinos, muy inteligente, lamentablemente después de saber de él, por el amigo Fulvio, no pude viajar para compartir unos días de tragos y de recuerdos.

Hermano descansa en paz, seguro estoy que tu compañera de vida, estará recibiéndote con los brazos abiertos, así también nuestros hermanos, Álvaro, Washington, Carlitos Ureña, Pedro Rodríguez (el querido gocho) Abraham, Carlos Poloche, Sasha y los que desconocemos,  tu vida ha trascendido en las nuestras, fuiste grande hermano, fuiste uno de los  ORGULLOSAMENTE LUMUMBEROS, descansa en paz.












P.D, mis respetos a tus familiares, y toda mi solidaridad ante tamaño dolor, un dolor de esos que desgarra el alma. 

Tu Hermano Ricardo Abud. 

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