16 de Noviembre
Este año ha sido uno de los más difíciles de nuestras vidas, para muchos, quizá para mí el más duro que me ha tocado vivir, desde marzo hemos vivido confinados, un virus nos ha encerrado y nos ha hecho pensar mucho en la vida, sobre todo en lo que no ha tocado vivir.
Han sido muchos los afectos que se han marchado, el virus ha
sido implacable, nombrarlos es difícil, por temor a dejar alguno fuera. Mi
mente hoy experimenta cambios drásticos, he comenzado a olvidar, no por
decisión propia que es lo más lamentable. Los años están tomando venganza y
están atacando a mis recuerdos. En ocasiones dudo hasta de la realidad que
tengo frente de mí, no sé si es por incrédulo o es que la capacidad de
objetividad también se está marchando de vacaciones, mi alma comienza a
sentirse liviana, no se a que atribuir. Si se, y no me resisto a aceptarlo,
lo asumo con beneplácito.
Dado esa capacidad que hoy enfrento y desconocía en mí, no
pienso nombrar a esos afectos que decidieron irse previo cumplimento de la
tarea impuesta por el creador, algunos de esos recuerdos vividos con esos
afectos se mantienen vivos, otros se esfuman de manera peligrosa y no sé cómo
recuperarlos, la tristeza se posesa en mis pensamientos y las lágrimas secas
comienzan a bañar todo mi rostro, y mi transformación en algo que nunca he
querido ser, aunque desconozco que han querido que sea. Siento ganas de tomarme
un café, ya regreso.
Han sido tantos los afectos que se fueron de este mundo
terrenal, que me encuentro animado a formar parte de esos selectos grupos, el
horizonte se ha extraviado, está incrustado en el insomnio de la parálisis
emocional de mi vida, hay un vacío muy grande, no sé si desde noviembre, creo
recordar que ese es el mes, mi noviembre negro.
Entre tantas ausencias es imposible no recordar por lo
frecuente la soberbia, el orgullo, la prepotencia y la arrogancia, en menoscabo
de la humildad y en lo que hoy creo fervientemente, en la palabra del creador, no sé si hay contradicción o no,
pero es absurdo acumular tanto odio y
desmontar con la palabra incluso al amor.
He llorado la partida de mis afectos encerrado en cuatro
paredes, sin ansiedad solo los recuerdos
que recuerdo, las palabras se están perdiendo poco a poco con mis afectos, hago
un esfuerzo y al rato algunas aparecen, otras se han extraviado en la pequeñez
de mi marchitado cerebro, que a fuerza han martillado y me hacen recordar que
soy alguien de 63 años, los años no me llevan a la perfección menos aun a
guardar reacciones antes las acciones a las que nos exponemos.
No pude despedirme de
muchos de estos afectos que se marcharon, unos teniéndolos muy cerca y otros
muy lejos, no me gustan las despedidas,
pero siento que debí decirles lo que significaban para mí, no debí guardar toda esa carga emocional que sentía por ellos
o ellas, aunque luego pienso que aunque exteriorices esa carga emocional,
simplemente no te creen o no le dan credibilidad, hay quienes solo piensan en
su carga emocional y nos les permite ver más allá de lo estereotipado de sus
vidas, solo ellos piensan en ellos, lo demás no cuenta. Amas pero solo creen en el amor de ellos.
La partida ha generado mucho dolor y sentimientos
encontrados, considero que el año 2020, debimos haberlo saltado, sé que pronto
este año desaparecerá de mi mente y el dolor se aplacara un poco, será más
llevadero pensar que no pienso, será más maravilloso no recordar los recuerdos,
con la sabida preocupación de espacios de tiempo que no sabré como los viví si
es que caso los viví. He pensado querer
reunirse con ellos, para algunos podría interpretarse como una pecado, no, de
verdad que no pretendo eso, solo quiero revivir esos momentos maravillosos que
nadie de mi grupo ha querido olvidar, muchos han querido ver como retroceder el
tiempo, yo los festejo y los aliento a buscar la fórmula para hacerlo, cada
quien vive lo que quiere vivir así de sencillo, aunque sea una utopía, porque
la vida misma es eso una utopía, vivimos caminando y pensando y nos enredamos
en sueños de misericordia utópica, plagados de emociones y sensaciones
distorsionadas, no de la realidad, sino
de nuestra propia capacidad de recrear los pensamientos. Luego chocamos con el
precio del kilo de queso y nos montamos en ese tren de mentiras que no queremos
aceptar. Así pasan los días, viviendo el lunes y esperando el martes, llegado e
martes, esperando el miércoles y así perdemos toda la semana esperando y no
vivimos, porque no hemos aprendido hacerlo, creemos tener todo el tiempo del
mundo para ser felices, peleamos hasta cuando nos vemos en el espejo, nuestro
reflejo choca con la realidad virtual de
nuestra alma, tenemos un discurso que aún no entendemos, somos difíciles hasta
para pensar.
25 de Noviembre
La pandemia sigue y el virus continúa con los estragos, arrebatando la risa de nuestros corazones y desplumando
nuestra vitalidad física y mental. Los golpes propinados este año han sido devastadores, quiero que
este año finalice, no quiero recordarlo en mis recuerdos., no quiero atesóralo,
quiero olvidarlo.
Son 63 años en los cuales he hecho sufrir y he sufrido, he
dado alegrías y me han dado alegrías, algo muy parecido a un, toma y dame,
buscando el equilibrio en la balanza del amor. He aprendido a ser honesto, aunque
me digan que no, he materializado la lealtad y unificado entre mi ser y mi
conciencia, así como hace a la fidelidad parte integral de la lealtad, lo más estúpido es que se pretenda que se
demuestre, no, es absurdo, se siente y se vive, pero no se desconfía del sentir.
Los afectos que no se han ido materialmente de este mundo me han llevado a una
profunda desilusión, hoy se mantiene uno solo, Geraldo un hermano putativo
desde su hermosa Costa Rica, al quiero y extraño, busco en mi mente y los
nombres se pierden se han evaporado tal cual como los recuerdos. Entendí que aunque no valoren es bueno
portarse bien, mas allá de la desconfianza, es grato no vivir en ascua y escondiendo
algo o a alguien, se esconde lo que no se quiere, si alguien no es feliz a tu
lado debes irse y buscar su felicidad donde cree será más feliz, sin palabras
que algún día retroalimentaran su alma y llenarán su conciencia de una vacío
emocional muy grande, no podemos tomar parte en ese estrepitoso juego de
palabras, donde la más soez es la más estúpido. La vida sigue….
Un año sin ver a mis nietos y mi nieta, la pandemia los
aisló de mí, así como otros factores endógenos, el amor sigue creciendo pero
los momentos que nos niegan son los que perdemos.
Mama sigue siendo una guerrera, es digna de admiración, debe
ser que por eso, a pesar de su condición la risa sigue siendo parte de su vida,
al punto que llega a burlarse de su condición en el buen sentido de la palabra,
poco a poco va perdiendo movilidad, pero nunca su humor, no es fácil ver y
sentir como día a día va solapándose su condición, no sé de dónde saca fuerzas,
su voluntad solo la mueve el amor, que mejor motor que el amor. Cada día nos da
lecciones, aprendemos algo nuevo, su valor es inmenso ante las adversidades que
le ha tocado sortear, ojalá tuviera yo una pizca de esa voluntad y de ese valor
para enrumbar mi paciencia. Mi personalidad es quien soy y mi actitud estará
estrictamente condicionada al cómo me traten,
mi actitud estará motivada por la
dialéctica, Acción –Reacción.
27/11/2020
Alfredo hoy por fin pudo salir hacia los EE.UU. tuvo que
sortear muchos inconvenientes, así como la perversión de algunas personas
inescrupulosas, que solo saben alimentarse de la corrupción, para ellos el
trabajo honesto nunca ha sido su norte, menos aún el humanismo, actúan como lo que son depredadores perversos,
ladrones cubierto de legalidad, aves de rapiña infectadas de miseria y maldad, la justicia divina les pasará factura.
11/12/2020
Días difíciles, mama sigue malita pero la sigue moviendo el
amor, el miedo y que otras tantas cosas más, poco a poco va nivelándo su
alma. Hay intentos tímidos por romper el hielo, pero es difícil expresar que
los errores nos llevan a cometer imprudencias, a descalificar, seguimos en ese
intento que se más temprano que tarde, nos llevará a donde deseamos y se
decretó una tarde, llegamos al llegadero no hay más a donde ir, negarlo es
absurdo.
23/12/2020
Solo dos días para que la navidad llegue a nuestros hogares
en medio de tanto caos, tanta inequidad, despotismo, pero sigue la esperanza
motivada por la fuerza inexorable del amor, nos preparamos para recibir unas fiestas
decembrinas con fe y mucha pasión, no importa lo cuantitativo, pero si lo
cualitativo, estamos los que estamos y queremos estar, simple y sencillo.
Diciembre para mí es maravilloso cuando la nieve está presente,
ver una nevada y dibujar toda una ciudad
de blanco es una sensación extraordinaria, muy difícil de describir la alegría
que se siente ante de lo caluroso del frío, te mantiene vivo, en movimiento y
plena armonía con la belleza que refleja la nieve, círculos de estrellitas y
copos de felicidad. Sonreír cuando la
nieve se posa en tu ser, y hace posesión de todas tus sensaciones es asombroso,
metódicamente abismal, flujo de emociones que se tornan en dicha, en
tranquilidad, no hay lugar a la tristeza, menos aún cuando la chimenea expulsa
el humo que modifica nuestra epidermis y desmonta nuestra rigidez allanando el camino
que paraliza el equilibrio que
necesitamos para tomarnos un trago de vodka que caliente nuestra alma.
Es así como el invierno se hace la estación del año
preferida en mi vida, no hay cabida para reflexionar sobre otra manera de vivir
un diciembre, sea desde New York o desde Moscú, no hay
forma de cambiar de parecer, diciembre solo es maravilloso si se cubre de
blanco.
Las calles de Caracas están convertidas en un verdadero
caos, la anarquía se ha apoderado no solo de Caracas, pienso que de toda Venezuela,
no hay escrúpulos en sus ciudadanos, es una cacería para humillar y masacrar emocionalmente
a quien está al lado nuestro o simplemente recurre a nosotros, hoy más que nuca
nuestra sociedad está totalmente fraccionada, dividida como nunca antes se había
visto, con el agravante que hemos perdido nuestra soberanía monetaria y el dólar
paso a ocupar el lugar de nuestra moneda en clara violación constitucional, no
hay misericordia, ni bondad, se ha formalizado un todos contra todos, donde la
gran mayoría trata de reivindicar valores éticos y morales, pero es imposible
ante la maldad externa de unos pocos que fomentan la división más profunda de nuestra
sociedad, hoy hasta la comida chatarra se paga en dólares, una aberración sin
precedentes ante la mirada cómplice de quienes ostentan el poder, se burlan y
humillan a quienes han entregado hasta
sus vida para que ellos sigan posesionados de la batuta que dirige al país, no
hay respeto por un pueblo que se niega a perder la única esperanza que le
dieron de ser alguien en esta vida. La historia se encargará de todos ellos,
han perdido la trascendencia necesaria para formar parte del lado bueno de los
recuerdos.
No sé qué levantaré este año, si una copa o una vaso, de
hecho no se cual pueda ser su contenido, solo sé que brindare por todos ustedes,
obviamente por los buenos, los malos no me importan, ellos son eso, solo
maldad, seguiremos en contacto si dios lo permite, es y será su voluntad no la nuestra.
No queda más que desearles
una Feliz Navidad y un Próspero Año 2021.
Los quiero que jode,
hasta el infinito y más allá, sobre todo los quiero de gratis.
Nos vemos en el
espejo el único que nos juzga a pesar de nosotros mismos.
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