La sacó la madre
Es el pan del padre
Llega siempre con su camisa
olorosa a esfuerzo
Al crepúsculo llega
Con puños vigorosamente oscuros
Con ojos de furtivo odio
Un mirar gris ausente
Andar resuelto
Marcas en el rostro
Hombre sano enjaulado
por la existencia superficial
Un buey más de la vida
El pan desaparece
en su boca sombría
Sus palabras es miel rancia
No se escuchan
Parece que no cayeran sobre nada
Ante su paso
la madre recoge su ternura
Paño tejido
con infinitas preocupaciones
Con su mano humildemente simple
la pone sobre mi cabeza
y suavemente
me empuja fuera de la cocina
El rostro del padre me mira y dibuja
algo parecido a una bendición
El padre desconocido
se levanta sin sombra
Pesadamente cae en el sillón
Y se sepulta en sus pensamientos
hasta quedar rendido
Josearach, 14102018-12062022
1 comentario:
MARAVILLOSO. GRACIAS RIJAR
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