tenía que romper el llanto
sentado en tu cama
inunde el piso mezclándolo con tu aroma.
En ocasiones
he sentido la falta de fuerzas para seguir
pulo el pensamiento y puedo ver tu rostro
el grito es blanco y de inmediato la cordura vuelve
que aroma tan profundo tu amor.
Simplifico la
ausencia, pero el dolor no cambia
atesoro el llanto no derramado de tu partida
fuiste todo.
La dejadez
es mi sinónimo
tomo fuerzas y trato de continuar
la espera es larga, los días se convierten en meses
tu risa se pierde de mis aromas
abrazo mi alma, más allá del insomnio
salgo corriendo
no resisto sentir tu aroma.
Expectante miro
la cámara
con cada alerta, no eres tú
no es tu sombra, solo tu aroma perfuma
los sensores y me notifica que has pasado por ahí.
Distraigo la
mirada y la penumbra se apodera
de todo mi ser
salto y descubro la inocencia de seres
sensibles que denotan la paz eterna.
Madre de mi
corazón
no sabía lo duro que era vivir sin ti
nunca lo imagine, siempre aferrado a tu aroma
a tus caricias, a tus regaños, a tu amor.
sin tiempo ni espacio, solo con la necesidad de
volar a mundos desconocidos, ojala
ojalá, ojalá no se me permita regresar.
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