Un olor a cansancio
impregna el aire
no hay razones, solo mucha insensatez
la arropo de amor, el cansancio cesa.
Tu sombra
me escolta, a cada rincón
tu silueta relincha a pesar de tu ausencia,
en cada mensaje el teléfono vive en alegría
un monologo, se trasforma en un decálogo
y la pasión crece donde solo tú sabes alimentarla.
Muchos momentos
álgidos y gélidos han ocupado el espacio
pero no tan memorables como los tipos llenos de estupor.
Camino y tu
sombra comparte la luz de mi alma
estática y precisa irrumpe el silencio
bajo el ruido de tus tacones
hembra hecha diva, cuanto nos necesitamos.
Tu sombra
me ensordece al compás del címbalo
no te atreves a abandonar el canto, menos yo a dejarlo de escuchar
impertinente susurras al oído
incoherencias, y que nunca descifremos.
visualizando tú sombra bajo los rayos del sol
dibujada en una nube cual metamorfosis irreal
no has librado tu sombra de mis piensos
no puedes hacerlo, porque estamos atado
a algo que aún no sabemos y hemos de descubrir.
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