domingo, julio 30, 2023

Darían y la bondad


Había duna vez un niño llamado Darian, que era conocido por todos en su barrio como un niño cariñoso. Darian era un niño dulce y amable que siempre tenía una sonrisa en el rostro y un abrazo para dar. Todos querían estar cerca de él, ya que su bondad y su amor eran contagiosos.

Darian vivía con su abuela en una pequeña casa en el bosque. Su abuela era una mujer sabia y amorosa que había criado a Darian desde que era un bebé. Juntos, trabajaban duro para mantener su hogar y su jardín, y siempre encontraban tiempo para jugar y divertirse.

Una tarde de primavera, mientras paseaban por el bosque, Darian y su abuela encontraron a un pequeño pájaro herido en el suelo. El pájaro había caído de su nido y no podía volar. Darian, con su corazón lleno de amor y compasión, decidió que lo llevarían a casa para cuidarlo.

Durante semanas, Darian cuidó del pequeño pájaro con gran dedicación. Le dio de comer y lo mantuvo caliente en su pequeña caja de cartón. El pájaro, que se había recuperado gracias a los cuidados de Darian, se había convertido en el mejor amigo de Darian.

Una tarde, mientras jugaba con su amigo pájaro en el jardín, Darian escuchó un ruido extraño. Era un ruido que nunca había oído antes, un ruido que venía del otro lado del bosque. Darian, curioso como siempre, decidió ir a investigar.

Caminó durante horas por el bosque, hasta que finalmente encontró una pequeña cabaña en medio de un claro. La cabaña parecía abandonada, pero Darian podía sentir que alguien estaba adentro. Decidió acercarse y llamar a la puerta.

Un anciano abrió la puerta y le preguntó a Darian qué hacía allí. Darian le contó que había oído un ruido extraño y que quería saber qué era. El anciano le dijo que el ruido era el sonido de su corazón, y que había estado esperando a alguien como Darian por mucho tiempo.

El anciano le contó a Darian que era un mago, y que había perdido su magia hacía muchos años. Le dijo que necesitaba la ayuda de alguien como Darian para recuperarla. Darian, siempre dispuesto a ayudar a los demás, aceptó la tarea.

Durante semanas, Darian trabajó con el anciano para recuperar su magia. Aprendió a hacer conjuros y hechizos, y poco a poco comenzó a sentir la magia en su interior. Finalmente, el anciano recuperó su magia gracias a la ayuda de Darian, y le enseñó todo lo que sabía sobre la magia y la sabiduría.

Darian regresó a casa convertido en un mago, con la sabiduría y el amor que había aprendido del anciano. Ya no era solo un niño cariñoso, sino también un niño sabio y poderoso. Y siempre recordaría esa tarde en la cabaña del mago como el momento en que descubrió su verdadero potencial y su verdadera naturaleza.

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