En el jardín de la vida, dos almas se encuentran,
como dos hojas que bailan al compás del viento.
El amor, un río que fluye entre sus corazones,
Ella es la flor que despierta al amanecer,
él, el sol que ilumina su camino.
Sus miradas se entrelazan como enredaderas,
y sus susurros son como melodías en el viento.
El amor es un laberinto, un misterio sin fin,
un océano profundo donde se pierden sus miedos.
Ella es su refugio, su puerto seguro,
y él, su faro en la oscuridad.
En cada beso, se funden como dos estrellas fugaces,
en cada abrazo, se abrazan como dos árboles centenarios.
El amor es un fuego que arde en sus almas,
una fuerza imparable que los lleva a lo más alto.
Y así, juntos, caminan por la senda del amor,
cruzando montañas y valles, sin temor.
Porque saben que su amor es eterno,
como el cielo que abraza a la tierra en un abrazo infinito.
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