Camino en una noche oscura sin estrellas, rodeado de la más tenue soledad, una figura al fondo que no logro descifrar, me paraliza de miedo, no tengo fuerzas para enfrentar a lo desconocido, emerge una ilusión que poco a poco al no entenderla desaparece.
Una gran tristeza
me envuelve y no logro sobrellevarla, persuadido de que las ganas de vivir se
entumecen por la frialdad de las palabras, recibo un duro golpe hecho noticia, nuestro
hermano menor Luisito decidió marcharse sin tanto preámbulo. Recordar en vida a
Luis es algo maravilloso que me llena de gozo, siempre a nuestro lado, Del bloque
20 al bloque 19 unos pasos en nuestro barrio (23 de enero). La infancia que nos
tocó vivir fue maravillosa, llena de metras, de juegos como: policía y ladrón y tantos
otros juegos que nos copaban todo nuestro horario.
La única tarea
era divertirse y seguir adelante, compinches del alma, todas las travesuras
eran calladas al calor de nuestros padres, el chantaje de vez en cuando
funcionaba para lograr pequeños objetivos.
La inocencia fue
el norte que vivimos, con el pasar de los años fuimos creciendo con otro tipo
de intereses, cada quien fue desmarcándose de esos años de nuestra bella niñez.
La adolescencia trascurrió en los matinées de las discotecas entre Chacao y Bello
Campo, Rolando y tu Luisito los más agraciados, los que conquistaban solo a
bellezas ambulantes, niñas que prometían espectacularidad, entre tragos de
frutas transcurrían los domingos, muy banales, en los cuales un beso marcaba la
diferencia y la grandeza del gran conquistador. Así eran esos domingos, en los
cuales Luisito y Rolando siempre brillaron. El pana Bizcocho y yo siempre rezagados
nos marchábamos en la honda de 125c.c, sin nada que contar.
Muchos caminos andamos
en esa pequeña etapa de nuestra adolescencia camino hacia los 18 años momento en
que ya podíamos entrar a ver una película censura C (películas de corte erótico
con poca censura).
Alfredo y yo, nos
dedicamos a ver la política como un medio de hacer justicia, comenzábamos historias
diferentes cargadas solo de amor entre hermanos. Rolando y Luisito siempre
anduvieron el camino de galanes; con una cantidad de logros impresionantes, una
vida diferente.
Con el pasar de
los años todos tomamos un lugar en la sociedad, Luisito siempre estuvo al lado
nuestro, serian muchas las anécdotas que contar, ya trabajando juntos por
espacio de casi 9 años en la misma oficina.
Hoy la noticia de
su determinación de marcharse, me ha terminado de partir el alma, ya con una
carga emocional demasiado grande que cargo a cuestas, me llega la noticia de tu partida, solo ayer hablaba con Lexis y me decía que estabas bastante estable, me
atiborro la mente de tantos recuerdos que son imposible precisarlos, saber cuál
es cual, no hay un orden cronológico, solo se aglomeran en mi mente y no hay
forma de organizarlos, no lloro ya que las lagrimas se me han esfumado de tantos
secármelas estos días, quiero llorar
pero no afloran, me he secado, solo un sentimiento muy grande que me aprisiona el pecho y no
me deja, mi corazón late más fuerte, solo pienso en tantos momentos vividos y
saber que en una horas iré a verte, de hecho te veré vestido con ropa de elegante con la separación
de un vidrio entre todo ese amor que nos sentíamos y nos dispensamos, me hace
estremecer de miedos, me agobian los miedos Luisito, la esperanza se dispersa y la
incertidumbre me golpea más y más cada vez, me siento huérfano, siento una sensación de vacío y
soledad, que anuncia cual será mi nuevo modelo de vida, ya ni siquiera con una
esperanza de que alguien me espera.
No sé si es buen día
o un mal día para que hayas decidido marcharte, de hecho, no sé porque tal decisión,
no le pregunto a mi diosito porque estamos peleados, pero si se, que te vas a
encontrar con nuestros afectos, con Chea, con tu papa y con todos que de la
familia se han ido, coño Luisito que golpe nos has dado, eso de que tu y Rolando los menores se hayan ido antes que yo no estaba en los planes, lo lógico
es que fuéramos nosotros, seguro pronto los alcanzaremos.
Me marcho con
muchas penas en mi corazón y sobre mis hombros con una carga que nunca desee ni quiero, es emocional, física,
nunca pensé que podría con tanta inseguridad emocional en mi alma, de hecho, no
sé, si pueda con tanto, hoy solo quiero utilizar la única vía que me ayuda a
drenar, escribir.
A mis sobrinos y
a mi querida Letty, no me queda más que expresarles mi más profundo sentimiento de
solidaridad, sé que no será fácil vivir sin Luis Guillermo, pero donde quiera
que se haya marchado de seguro estará ya feliz con el maravilloso reencuentro
que tendrá, su recibimiento será apoteósico con bombos y platillos, imagino la
cara de Chea y de Blanco (aunque yo haya sido su predilecto jajajaja) mucha
felicidad en sus rostros, alegría por ese reencuentro. Adelante, pa tras ni para coger impulso, espero verlos pronto, en donde las penas no, nos castiguen el
alma ni el corazón.
A Luis Guillermo....
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