Vamos subiendo la cuesta, construyendo
nuestra vida en común, anhelos.
Con ilusión de ser mejores cada día,
juntos, en esta hermosa travesía.
abrazando los sueños, sin desaires.
Construyendo puentes de amor y esperanza,
tejiendo lazos que la vida alcanza.
En cada paso, la unión nos fortalece,
los corazones laten con dulce apremio.
Aferrados a la fe que nos guía,
iluminando el camino en cada travesía.
Con paciencia y con sabiduría,
tejemos recuerdos en la geografía.
Las risas y los abrazos, nuestro tesoro,
enriquecen el alma, sin decoro.
La cuesta se hace menos empinada,
cuando juntos enfrentamos la jornada.
Nos sostenemos con amor y valentía,
construyendo una vida llena de armonía.
Y así, subimos la cuesta con ahínco,
disfrutando cada momento sin desdén.
Con los recursos más bellos de la vida,
tejiendo un futuro con amor y guarida.
En esta senda, compartimos el aliento,
enfrentando juntos cualquier tormento.
Y al llegar a la cumbre, con alegría,
celebramos la vida en plena sinfonía.
Subamos la cuesta con el alma en vuelo,
con los recursos más bellos, sin desvelo.
Porque en esta vida, lo más valioso,
es caminar juntos, como un solo esposo.
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