susurros del pasado en un eco de amor.
Cada gota caída, un peso que arrastrar,
sacrificio eterno, memoria a cuestas llevar.
Silencio disímil, voz que no se oye,
en la sombra del alma, la angustia se despoye.
Transformación surrealista, danza del sentir,
realidades rotas que no saben huir.
Esquizofrenia del alma, fragmentos a la luz,
se enfrentan las sombras, se busca una cruz.
Angustia profunda por brazos que anhelan,
calor en la piel, cercanía que consuela.
En este laberinto de emociones perdidas,
las lágrimas son faros de vidas no vividas.
Empeñadas en sueños, en recuerdos, en pesar,
un canto por lo ausente que nunca dejará de estar.
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