otros cosechan risas en jardines ajenos.
Las manos que cultivan esperanzas
¡Qué fácil es recoger frutos maduros
cuando otros riegan con su sudor el huerto!
Mientras la luna vigila noches de trabajo,
el sol ilumina bailes de engaño y desconcierto.
Las migajas de esfuerzo caen al suelo,
mientras festines de placer adornan otras mesas.
¡Cuánta maestría en el arte del disimulo!
¡Cuánta destreza en repartir promesas!
El tiempo revela verdades como dagas,
muestra quién construye y quién destruye.
Mientras unos cargan piedras para un hogar,
otros fabrican castillos de arena que el mar diluye.
La justicia llegará como lluvia de otoño,
lavando máscaras, revelando rostros verdaderos.
Y entonces se verá quién sembró tempestades
y quién resistió los vientos más fieros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario