En el silencio de lo que fue nuestro,
donde las palabras se ahogan en el eco,
dos almas que se conocían de memoria,
ahora se cruzan en miradas sin historia.
hoy es un camino, un sendero antiguo.
¿Por qué el tiempo nos juega esta partida,
transformando en nada lo que era vida?
No busco un final con lazos dorados,
solo uno que no deje vacíos alados.
Un adiós que no duela como herida,
sino que entienda la esencia de la vida.
En el vaivén de lo que se fue,
quisiera un cierre que sepa comprender,
que el amor, aunque cambie de forma,
siempre deja una huella que se transforma.
Así, en el vacío de lo que no fue,
encuentro la paz en lo que pude ser.
Un poema de despedida, sin final amargo,
sino un susurro de lo que fue, un canto largo.
En la danza de lo que perdimos,
hallamos la fuerza para seguir,
y aunque el camino sea incierto,
llevamos el pasado como un suspiro.
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