Quise detener el tiempo y pintarlo en mi corazón.
Termina el 2007, comienza el 2008.
Faltan pocas horas para que un nuevo año llegue a su fin, con el se van muchos bellos recuerdos, pasiones, momentos maravillosos que nos hicieron el alma pequeñita, conocimos gente nueva que nos permitió abrazar esperanzas, vivirlas y sentirlas. Desilusiones que dejaron una marca sensible cubierta de tormentos.
El futuro es hoy, lo que construimos minuto a minuto, al vivirlo lo hacemos presente y pasado, para transformarlo en experiencia de años vividos, donde la razón siempre trata de prevalecer, con el criterio de nuestra justicia. En un minuto podemos obtener la gloria, podemos obtener la paz con luces multicolores abrazando nuestro existir.
No puedo negar que muchas personas han sido un rayito de luz, en medio de una soledad que he sabido manejar, este año que termina, a veces he dicho ante la perdida de un ser querido, no amar nuevamente a personas que se crucen en mi camino, pero no, no puedo, siempre hay razones para amar, para sentirse amado, y reforzar el amor entregado, sobre todo par vivir.
Las penas han sido muchas, así como las alegrías, las alegrías ayudan a minimizar las penas y dan el equilibrio necesario que calibra nuestras vidas, pero en medio de todo, pienso que el tiempo se nos va irremediablemente, no podemos detenerlo, es implacable, cada día pareciera se acelerara mas, jugándonos una mala pasada, pero no, ha sido el mismo minuto, el mismo segundo, la misma hora, el mismo día, mes y año, esos valores no se han disminuido, se mantienen inalterables, solo que vemos pasar imperceptiblemente el tiempo, y muchas veces no le damos la importancia que tiene, creemos tenemos mucho tiempo y lo botamos sin remordimientos al cesto de la basura.
Muchos aprendemos a derrochar el tiempo, reírnos de su bondad. Posponer cada instante de felicidad para el futuro, los prejuicios pesan más que los dictámenes del corazón. Somos egoístas con nosotros mismos, interponemos valores en los cuales no creemos, ante la culpa de ser felices, nos negamos a vivir.
Muchos comenzaran a repasar su vida, y las promesas surgirán como hipócrita reacción ante las debilidades que marcaron el tiempo trascurrido. Yo hoy prometo no prometer nada, no quiero ser más hipócrita ante mis flaquezas. Hoy me gustaría detener el tiempo pero seria injusto con los demás que quieren que las agujas del reloj avancen, detenerlo es imposible, solo puedo conducirme al tiempo pasado y jugar con los recuerdos.
Mis reflexiones hoy, me llevan a descontar todo el caminar que he realizado en medio siglo de existencia, regresar a mi niñez, ser adolescente, a charlar con mi padre y con Blanco mi padre putativo, la bella de la abuela, reunirme nuevamente con aquellos que quisieron irse, mi hermano, mis niñas etc., me da miedo, pero trato de sonreír para tapar mis miedos, no le temo a la vejez, no le temo a la muerte, solo le temo dejar a mis seres queridos, un dolor ante la perdida, los quiero mucho para causarles dolor. Esto me hace entender que estoy superando mi egoísmo y empezando a entender el amor, palabras (Amor, Egoísmo) que mi hermano mayor quiere que entienda.
Sentir las gotitas de luz, que iluminan nuestro corazón con intensidad abrumadora es parte de la enseñanza que nos lega la experiencia ante el trayecto recorrido.
Debemos vivir la vida, cada día, con mayor intensidad que el día que acaba, no permitir, que nadie interfiera en nuestra manera de gastar el tiempo, es potestad nuestra, vivan, vivan, que mañana el atardecer, podría nublar, la felicidad.
No me resta más que desearle un FELIZ AÑO, y que todas las cosas que dejaron hacer y han pospuesto para este año que se avecina, se puedan cumplir.
Muchas felicidades para ustedes.
Recuerden que los quiero de gratis y que jode, hasta el infinito y más allá
Muchos besos, de quien un día quiso detener el tiempo y pintarlo en su corazón.............
Ricardo Abud (Chamosaurio)
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