sábado, enero 22, 2011

A Titi…

A Titi…


Tu risa fue la primera impresión que tuve aquella tarde que por primera vez pise tierra cubana, un vuelo de Aeroflot, cruzo cielos del atlántico y de Moscú fui directo a parar en la Habana. Tú y Willy al lado de Carmen esperaban mi llegada.
Un carro que aún no recuerdo la marca esperaba por mí. Titi glamorosa y ataviada con su elegancia que la caracterizaba, sobre sus piernas sostenía un pequeño frasco que contenía un líquido que semejaba el tanque de gasolina, era el tanque de gasolina. Su risa era incontenible y con su dulzura calmaba el carácter de Willy, un hombre recio que solo con mirar a Titi sucumbía a su encanto.


El martes muy tarde en la noche sentí una necesidad muy grande de prender el teléfono celular, la noticia venia escrita, Cardo mi mama acaba de fallecer, papa mi abuelita Titi murió, las lágrimas de inmediato se apoderaron de mí, solo la calma volvió cuando hice la primera llamada.


Los recuerdos invadieron toda mi mente el sueño jamás volvió esa noche.


Hablar de Titi es lo más sencillo del mundo, no pienso exaltar sus cualidades los que la conocieron saben muy bien que su sencillez y humildad fue una de sus mejores cualidades, el amor que profeso por Willy será digno de envidia, así como sus ganas tan inmensas de vivir.


La depresión en que Titi encerró este último año de su vida tiene muchas aristas, su miedo a la partida de Willy antes que ella, es una de las razones para que esta grandiosa mujer se dejara vencer. Podría contactar muchas anécdotas de la vida de Titi, el tiempo vivido en la Habana, mis viajes de vacaciones o los meses que ambos vivieron aquí en Venezuela, pero esas anécdotas quiero atesorarlas yo, revivirlas todo el tiempo que pueda hacerlas, cerrar los ojos será suficiente para ver la sonrisa de mi querida Titi y explorar en ella el mayor sentimiento que persona alguna puede sentir, EL AMOR.


La pérdida de un ser querido es siempre dolorosa más aun cuando nos preparan solo para vivir, la muerte es solo un episodio que nos toma por sorpresa, nos llena de una carga inmensa de sufrimientos y conduce inexorablemente a reflexiones inapropiadas en las cuales la culpa es la primera sensación que nos invade, siento que en este caso no es así, seria egoísta, Titi no perdonaría que ninguna de las personas que amo, sintieran ese sentimiento, ella decidió marchar el largo camino a la eternidad, el camino al reencuentro con otros amores que precedieron su hoy lamentable partida.


Hoy a mis 53 años puedo decir honestidad que Titi fue un hermoso regalo que la vida puso enfrente de mí, aprender amar como solo Titi lo supo hacer, entender a la vida como el más maravilloso de los dones que tenemos, aceptar las vicisitudes para superarlas, asumir la creatividad como una forma de aceptación insuperable para avanzar. Titi sumió su fidelidad y lealtad al amor que profeso por más de 60 años a un solo hombre, supeditada en esencia a la pasión por la vida.


Las lágrimas y la tristeza son hoy una constante con la que hoy deberé vivir, los recuerdos los atesoro en la profundidad de mi corazón que ha comenzado el camino esperado mas no deseado, la luz de su recuerdo ha de mutarse en una sensación grande de vida, de lucha, de esperanza, de fe y pasión que ha de apagarse tan pronto deje de sentir esos rayos de luz.


El viaje que en unos días emprenderé a la Habana ha de llenarme de esa fuerza que solo tu sabias transmitir, tu ausencia física marcara la irremediable sensación de dolor, busco excusas para no montarme en ese avión, pero sé que tu llamado es sincero con tu recuerdo, debo hacerlo y lo hare. Mitiga un poco esa sensación de miedo que llena mi alma, para seguir.


Sé que allá donde quieras que estas sabrás entender, solo te pido un poco de comprensión. Solo eso.


Titi salúdame a todos mis afectos, por fin conocerás al resto de la familia, sé que ellos al igual que los tuyos te darán la más cálida de la bienvenidas, te lo mereces, los que hoy quedamos aquí te decimos, Titi eres y serás por siempre una de las mujeres más maravillosas que paso por este mundo terrenal, el ejemplo que nos legaste, dios permita seguirlo a cabalidad, tu grandiosa capacidad de amar.


Hasta el reencuentro eterno mi querida Titi, quien te admiro por siempre, tu Ricky.




A Titi con cariño, Quienes te conocimos, te amamos.

Cierro los ojos y te veo postrada
entregada y soñolienta.

Tu risa se ha perdido de tu bello rostro
no atesoras la belleza caracterizada, tus
deseos son otros, te has dejado vencer.
Rompo el silencio y permaneces inmutada
el verbo no te hace reaccionar
tu lucidez la condicionas al desaliento
el amor yace escondido, quieres borrar
de tu mirada el brillo.

Desde afuera las voces no entienden
tu decisión, el egoísmo nos ataca
la paciencia se mezcla en locura, la
marchites de tu rostro es inconcebible
la sangre quieres detenerla para comenzar
su recorrido hacia la eternidad.

Has detenido las ganas de vivir
pretendes no sufrir y lo entiendes,
la luz ensortijada sin destellos
se opaca y taciturna te niegas a
pronunciar palabra alguna, estas
resignada y ausente a la vida predicada.
Impávidos y confundidos desde afuera
observamos la entrega y tu sufrimiento
el desconcierto es total no hay explicaciones
lógicas aparentes, no las vemos, no queremos
aceptar, no respetamos tu decisión.

Titi has decidido dejarnos y legarnos lo más
maravilloso y el evidente significado de la
palabra amor, gracias por el aprendizaje.
Desde de aquí te deseamos un feliz viaje, al
placentero infinito, has logrado lo que pocos
han hecho, la trascendencia.

Que nuestras lágrimas y nuestra tristeza
no te perturben, es solo la muestra del
gran cariño que por ti profesábamos.
Paz a tus restos.

p.d. Titi salúdame a los míos, pronto todos estaremos juntos, muchos besos.

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