cayó sobre mí como una bendición
fría pero necesaria,
cada copo era una lección
sobre la paciencia que requiere
el verdadero aprendizaje.
como aprendí a caminar
en el idioma ruso:
despacio, con cuidado,
sabiendo que cada paso
podría ser una caída o un avance.
Las palabras pesaban como copos
en mi lengua inexperta,
se acumulaban en mi mente
formando montañas de significado
que tardé años en escalar
hasta llegar a la cumbre.