En los senderos de la vida, me encuentro a caminar,
Un viaje lleno de colores, de risas y de llanto,
Donde el sol brilla radiante y la luna se alza en su manto,
La vida, un regalo divino, que no debemos desaprovechar.
Tesoros escondidos en cada paso que debemos explorar,
Amistades sinceras, amores que nos hacen soñar,
La vida, un lienzo en blanco que podemos pintar.
No temas a la muerte, noble y misteriosa compañera,
Pues en su abrazo eterno, se encuentra la paz verdadera,
Un suspiro en el tiempo, un portal hacia la eternidad,
La muerte, solo un paso más en nuestra eterna realidad.
Así que vive con valentía, sin miedo a lo desconocido,
Aprovecha cada instante, no te quedes dormido,
La vida es fugaz, como un minuto en el partido,
No esperes al minuto noventa, vive, y sé atrevido.
La muerte no es el final, sino un nuevo amanecer,
Un adiós temporal, pero no hay razón para temer,
Dejemos huellas en el mundo, que perduren con amor,
Y cuando llegue el momento, estaremos listos para partir hacia la eternidad, sin temor.
Así que celebremos la vida, en su vasta diversidad,
Aprovechemos cada segundo, con pasión y con intensidad,
Porque mientras estemos aquí, hay un mundo por descubrir,
Y cuando llegue el último minuto, en nuestros corazones seguirá a existir.
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