Dedicado a Damiela Forshe

Noche clara, mucha incertidumbre

los tambores vibraban,  el baile y el calor

serian el preámbulo para saber de ti.

Luchaste hasta encontrar el camino

que te trajo al mundo terrenal

al compás del sonido

tu cuerpo esotérico se trasformaba

Damiela  cruzo el umbral.

A lo lejos divisaba los cambios propios del ritual

hasta que pronunciaron mi nombre

íbamos a conocernos.

Tu encanto y tu dulzura claramente me conmovieron

las palabras se ausentaron, no sabía que hacer

rompías el silencio y en mi la palabra comenzó a fluir

no sé cómo serias en vida

pero hacer el bien te hace ganar afectos y en mi ganaste uno.

Quebrar el espacio y tiempo entre el aquí y el allá

no debe ser tarea fácil, tu amor lo desafía

sumerges tu alma en la bondad

robas corazones y trasformas el mensaje en pasión

no te cansas, debes ayudar y esa es tu labor.

La noche dejo de ser noche, la claridad comenzó

a inundar tu canto, resplandecías como una flor

con tibio aroma de lavanda; el humo sofocaba

pero tu incólume hacías el trabajo, ayudar.

No sé si nos cruzaremos de nuevo

pero me cautivo tu alma y espíritu

no se tampoco cuando retornaras

pero si se, que has hecho un maravilloso trabajo

estés donde estés que la paz y el amor reine

en cada suspiro de tu vida espiritual

donde lo real no es verdad, y donde la verdad no es  real,

sigue en alma subsanando y alcanzado la vida

tu lucha es larga y a ello has dedicado la eternidad.