Érase una vez, en un país lejano, una hermosa damisela llamada Rosalinda. Era conocida por su belleza y gracia, pero también por su temperamento fuerte y orgulloso, nada humilde. Rosalinda estaba comprometida con un caballero, Sir Guillermo, quien amaba con todo su corazón
Sin embargo, un día Sir Guillermo le envió una carta a Rosalinda expresando su deseo de verla antes de la boda. La damisela, llena de orgullo y vanidad, se ofendió profundamente. Cegada por su indignación, decidió generar muchos conflictos para demostrar su descontento, ya en una ocasión había denegado la petición alegando cualquier cantidad de excusas, algo que Sir Guillermo no entendió
Rosalinda convocó a su séquito y les ordenó que prepararan una serie de
pruebas y desafíos para Sir Guillermo. Quería poner a prueba su valentía y
determinación para demostrar que ella era una mujer poderosa e independiente.
Cuando Sir Guillermo llegó al castillo de Rosalinda, fue recibido por una
multitud de sirvientes y soldados que le impidieron el paso. Rosalinda, desde
su balcón, observaba con una sonrisa maliciosa cómo su prometido luchaba contra
los obstáculos que ella misma había creado.
Sir Guillermo demostró su habilidad como caballero al superar cada desafío.
Derrotó a los guardias más fuertes y resolvió acertijos complicados sin
titubear. Sin embargo, por más que luchaba, no lograba acercarse a la torre
donde se encontraba Rosalinda.
Rosalinda podría haber reaccionado de manera diferente ante la propuesta de
Sir Guillermo si hubiera dejado de lado su orgullo y en lugar de generar
conflictos, hubiera buscado una comunicación abierta y sincera con él.
En lugar de ofenderse y generar conflictos, ´pudo haber reflexionado sobre
sus sentimientos y su respuesta, así como el tiempo que tenían sin verse.
En lugar de preparar pruebas y desafíos, Rosalinda pudo haber invitado a Sir
Guillermo a una conversación privada, escuchar sus motivos y entender por qué
él sentía la necesidad de verla antes de la boda.
Cuando Sir Guillermo llegó al castillo, en lugar de enfrentar obstáculos, hubiera
podido ser recibido por Rosalinda con amabilidad y comprensión, explicarle cómo
se había sentido inicialmente y cómo había reflexionado sobre sus acciones.
Expresó su deseo de entender mejor sus sentimientos y necesidades.
Sir Guillermo, al ver la apertura y la sinceridad de Rosalinda, hubiese compartido
sus sentimientos. Explicar que anhelaba un tiempo para fortalecer su conexión y
asegurarse de que ambos estuvieran en sintonía, sobre todo entender que los
resentimientos de Rosalinda se habían esfumados, nadie podría vivir con tantos sentimientos
encontrados hacia su futuro esposo.
Rosalinda podría haber escuchado atentamente y comprendido la perspectiva
de Sir Guillermo. En lugar de tomarlo como un desafío a su independencia, entender
que era una muestra de respeto y amor. Apreciar su sinceridad y se darse cuenta
de que también tenía sus propias inseguridades y necesidades.
Finalmente, después de tanto esfuerzo, Sir Guillermo se encontró frente a
frente con la damisela. Estaba agotado y herido, pero su determinación no había
menguado. Miró a Rosalinda a los ojos y le habló con amor.
Lamentablemente la prepotencia y la arrogancia de Rosalinda eran demasiado fuertes,
así como todo el resentimiento que sentía, y no daría su brazo a torcer en esos
escenarios. Sir Guillermo se encamino a todas las pruebas y las venció,
visiblemente cansado le dijo:
"Rosalinda, mi amada, aunque tus pruebas han sido difíciles, no he
dejado de amarte. Mi único deseo es estar a tu lado y compartir una vida llena
de amor y felicidad. ¿Por qué te has empeñado en ponerme a prueba de esta
manera?".
Ella solo atino a reír irónicamente, al parecer había otras prioridades que
antecedían a las peticiones de Sir. Guillermo, las cuales las tenía muy
entretenida, dignamente se marchó ante los desplantes de Rosalinda y continuo
su vida más allá de donde la luz se antepone a la oscuridad.
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