viernes, diciembre 22, 2023

Rosalinda.....


Érase una vez, en un país lejano, una hermosa damisela llamada Rosalinda. Era conocida por su belleza y gracia, pero también por su temperamento fuerte y orgulloso, nada humilde. Rosalinda estaba comprometida con un caballero, Sir Guillermo, quien amaba con todo su corazón

Sin embargo, un día Sir Guillermo le envió una carta a Rosalinda expresando su deseo de verla antes de la boda. La damisela, llena de orgullo y vanidad, se ofendió profundamente. Cegada por su indignación, decidió generar muchos conflictos para demostrar su descontento, ya en una ocasión había denegado la petición alegando cualquier cantidad de excusas, algo que Sir Guillermo no entendió

Rosalinda convocó a su séquito y les ordenó que prepararan una serie de pruebas y desafíos para Sir Guillermo. Quería poner a prueba su valentía y determinación para demostrar que ella era una mujer poderosa e independiente.

Cuando Sir Guillermo llegó al castillo de Rosalinda, fue recibido por una multitud de sirvientes y soldados que le impidieron el paso. Rosalinda, desde su balcón, observaba con una sonrisa maliciosa cómo su prometido luchaba contra los obstáculos que ella misma había creado.

Sir Guillermo demostró su habilidad como caballero al superar cada desafío. Derrotó a los guardias más fuertes y resolvió acertijos complicados sin titubear. Sin embargo, por más que luchaba, no lograba acercarse a la torre donde se encontraba Rosalinda.

Rosalinda podría haber reaccionado de manera diferente ante la propuesta de Sir Guillermo si hubiera dejado de lado su orgullo y en lugar de generar conflictos, hubiera buscado una comunicación abierta y sincera con él.

En lugar de ofenderse y generar conflictos, ´pudo haber reflexionado sobre sus sentimientos y su respuesta, así como el tiempo que tenían sin verse.

En lugar de preparar pruebas y desafíos, Rosalinda pudo haber invitado a Sir Guillermo a una conversación privada, escuchar sus motivos y entender por qué él sentía la necesidad de verla antes de la boda.

Cuando Sir Guillermo llegó al castillo, en lugar de enfrentar obstáculos, hubiera podido ser recibido por Rosalinda con amabilidad y comprensión, explicarle cómo se había sentido inicialmente y cómo había reflexionado sobre sus acciones. Expresó su deseo de entender mejor sus sentimientos y necesidades.

Sir Guillermo, al ver la apertura y la sinceridad de Rosalinda, hubiese compartido sus sentimientos. Explicar que anhelaba un tiempo para fortalecer su conexión y asegurarse de que ambos estuvieran en sintonía, sobre todo entender que los resentimientos de Rosalinda se habían esfumados, nadie podría vivir con tantos sentimientos encontrados hacia su futuro esposo.

Rosalinda podría haber escuchado atentamente y comprendido la perspectiva de Sir Guillermo. En lugar de tomarlo como un desafío a su independencia, entender que era una muestra de respeto y amor. Apreciar su sinceridad y se darse cuenta de que también tenía sus propias inseguridades y necesidades.

Finalmente, después de tanto esfuerzo, Sir Guillermo se encontró frente a frente con la damisela. Estaba agotado y herido, pero su determinación no había menguado. Miró a Rosalinda a los ojos y le habló con amor.

Lamentablemente la prepotencia y la arrogancia de Rosalinda eran demasiado fuertes, así como todo el resentimiento que sentía, y no daría su brazo a torcer en esos escenarios. Sir Guillermo se encamino a todas las pruebas y las venció, visiblemente cansado le dijo:

"Rosalinda, mi amada, aunque tus pruebas han sido difíciles, no he dejado de amarte. Mi único deseo es estar a tu lado y compartir una vida llena de amor y felicidad. ¿Por qué te has empeñado en ponerme a prueba de esta manera?".

Ella solo atino a reír irónicamente, al parecer había otras prioridades que antecedían a las peticiones de Sir. Guillermo, las cuales las tenía muy entretenida, dignamente se marchó ante los desplantes de Rosalinda y continuo su vida más allá de donde la luz se antepone a la oscuridad.

 


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