Caminando hacia la libertad.

Palabras danzan con fervor,

Caminando hacia la libertad, 

rompiendo ataduras con valor.

Con letras ardientes, su fuego y su poder,

Las palabras emanan, libres de obedecer.

Palabras, valientes soldados de la verdad,

Desafían cadenas, buscando la eternidad.

Conquistan corazones, liberan pensamiento,

Tejen en la mente un nuevo firmamento.

Oh, palabras audaces, mensajeras del viento,

Despiertan conciencias, rompen el tormento.

Con su aliento encendido, deshacen las prisiones,

Empuñan la espada de las grandes revoluciones.

Gritan al mundo, sin miedo a la represión,

Palabras de justicia, en busca de redención.

Rompen grilletes, derriban barreras,

Abren horizontes, donde el alma se libera.

Son palabras incendiarias, desatando tempestades,

Desafiando lo establecido, creando realidades.

Con su fuerza infinita, derriban muros,

Susurran en los oídos, sueños puros.

En cada verso, una rebelión se despliega,

Palabras de rebeldía, de lucha y entrega.

Como flechas certeras, atraviesan la oscuridad,

Encendiendo en la mente una luz de libertad.

Palabras, hermosas aliadas de los libres,

Portadoras de verdades, desafiando los débiles.

Hablan por los mudos, dan voz a los oprimidos,

Son semillas de esperanza, en campos enmudecidos.

En el eco de su eco, resuena la valentía,

Palabras que despiertan almas en letanía.

Caminando hacia la libertad, surcan el horizonte,

Rompiendo las cadenas que a la humanidad confronte.

Así, en cada verso, la libertad germina,

Palabras poderosas, que al mundo iluminan.

Que en cada corazón, hagan eco y resuenen,

Y en el firmamento, su espíritu prevalezcan.