Hoy me sorprendo de como el cerebro hace que con el tiempo se nos olviden tantas cosas, sean buenas o malas.
Puffs se van. Hoy cuando supe de tu partida; mi mente en ese preciso momento solo viajo a un lugar, a mi infancia, tu y yo, en casa de mi abuela. El momento exacto en el que me dijiste que te mudarias, que ya tenías mucho tiempo con tu casita en San Antonio y era hora de que vivieras allá, creo fue la única vez que rompiste mi corazón, recuerdo llorar y pedirte que no te mudaras, que quería tenerte siempre alli, cerquita, porque aunque era una niña sabía que si te mudabas ya no te vería todos los días y guaoo, te juro me encantaba tenerte allí, tan a mi alcance. Hoy creo que repito ese día una y otra vez en mi cabeza porque te me vas de nuevo, solo que esta vez es distinto, esta vez ya no podré llamarte, ya no podrás visitarme, ya no habrá manera de saber de ti, aunque no es tu culpa ni fue tu decisión, me partes el corazón con tu partida, ya no podras visitarme y hacerme sentir mejor, hoy me dejas un vacío enorme, hoy te me vas para siempre. Mama linda te agradezco por tantos momentos compartidos, por llenar mi vida, por ser una madrina presente, una 2da madre, por amarme como yo te amé. Ya puedes descansar, ya puedes estar tranquila. Solo le pido a Dios poder reencontrarnos en algún momento nuevamente. Fuiste mucho más de lo que pude pedir
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