El cansancio es un estado ánimo, un síntoma que obedece a
muchas razones, físico o mental que con
el tiempo pudiera causar trastornos, el cansancio psicológico que produce la
tristeza y es una de las variantes más comunes.
Miramos hacia el pasado en el presente cuando la decepción
aflora y nos embriaga de sentimientos de culpa, no hay marcha atrás y no
podemos quedarnos estancados, la dialéctica así nos enseña.
El pasado nos muestra experiencias construidas y la certeza
de haber compartido aprendizajes, que nos alienta para seguir buscando algo muy
cercano a los que alguno llamaría perfección otros se acercaran a las imperfecciones.
Ante lo que muchos o muchas llaman absurdo hay dos caminos
contrarios, aceptación e insistencia, negación y rechazo, es la conducta encontrada
en la naturaleza humana, generadas por estereotipos o por valores de una
sociedad que solo juzga, con menoscabo de los sentimientos.
Un aprendizaje maravilloso es comprender que programarse
hacia el futuro nos desprende del presente y no nos permite vivirlo, ya que nuestra
mente esta generando patrones hacia lo incierto y el hoy se convierte en un martirio,
difícil de sostener, las decepciones día a día se transforma en impotencia y
nos convertimos en programadores de lo desconocido, o conocido y querido solo
en nuestro interior, desatando sentimientos encontrados y mucha rabia al saber
que no son ni serán las mejores decisiones que hemos tomado, afloran lo que
muchos o muchas llaman sentimientos impuros y lo enlazamos en nuestra
perversidad autónoma carente de motivaciones, como venganza hacia ese futuro
nada prometedor que se nos aleja más con el tiempo, los sueños se tornan
pesadilla y la impotencia en nuestra nueva manera de vivir. El presente es hoy, es lo que tenemos, pensar
en el mañana no nos devolverá la paz, por el contrario nos quita las ganas
hasta de soñar. Vivir el hoy es lo único que tenemos. Soñar con el mañana es saludable pero en el
entendido que dependerá de muchos factores que desconocemos y las decepciones
siempre estarán presentes. No hay que
dejar que nada ni nadie nos robe el presenté, ni siquiera nosotros mismos.
La palabra escrita puede ser un poema, un mensaje de texto,
un correo electrónico y hasta una carta, se origina desde el interior de
nuestra alma, cuando la direccionas hacia ese sueño que muta, el receptor de
ese sentir de inmediato reacciona y se enfurece porque no recibió de quien quiere o desea recibir esas líneas,
la frustración se apodera de todos y reacciona desenfrenadamente, incluso con
molestia y devuelve un claro mensaje de negación y rechazo, la mentira surge y
devuelve el mensaje equivocado, iba
direccionado hacia otra persona o simplemente fue un plagio enviado para
entender un poco el contenido, el
presente se detiene y el sueño se frustra, es ahí cuando se entiende el sentido
del espacio y el tiempo como una categoría dialéctica en una lucha de
contrarios. La luz es oscuridad.
Google nos dice: “Según el diccionario la conciencia se
refiere a la capacidad que nos indica qué está bien o mal y apunta o a un
concepto moral, a la ética, o cierto campo de la filosofía” más allá del
concepto marxista de conciencia este señalamiento es saludable para concebir el
desprendimiento de algunos y algunas, que lejos de unirse se desunen, lejos de
amar son indiferentes y pierden momentos maravillosos en familia por el egoísmo
y el resentimiento, otros por el contrario engañan y se ahogan en sus propias
mentiras sabiendo que no lo hicieron bien., no hay evidencia las fotos del
flagelo se pierden o no se autorizan. El llanto cuando toque la conciencia de
esas almas, será solo eso un llanto que poco importara, no habrá llamada que se
atienda ni mensaje que se responda, sus conciencias viajaran por el pasado y si
son leales con ellos mismos entenderán su estupidez. La reina amada y una súbdita
volaron miles de kilómetros por cuenta propia y lo único
que encontraron en mayor grado fue decepción, su llanto fue
perenne, el amor se perdió y la frustración
golpeo su alma y la envejeció más que el tiempo trascurrido. A aquellos que le dieron
amor, muchas gracias, lo tendré en cuenta, solo pagaron una deuda y devolvieron
con creces al amor que ella trasmitió. Siento un dolor muy grande en el alma.
Este año que termina dará paso a sueños nuevos y a un
presente cierto a mis afectos les deseo lo mejor de lo mejor, muchos éxitos en
lo que ha de venir. Que la conciencia los arrope y les permita vivir con sus
emociones.
Los quiero que jode y de gratis, hasta el infinito y más allá.
Nos vemos en el espejo único lugar donde no podemos mentir.
NO LOS RECUERDO, SE
RECUERDA A QUIEN SE OLVIDA, USTEDES ESTÁN TODOS LOS DÍAS PRESENTE EN MIS
PENSAMIENTOS.
FELIZ Y PROSPERO AÑO
2018.
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