Casi todos a final de año hacemos un recuento en nuestra
memoria de lo vivido en el año próximo a finalizar, recordamos eventos alegres
y tristes que estamos dejando atrás, obedece a una lógica, memorizamos lo hecho
y lo que dejamos por hacer, comenzamos a descifrar errores o aciertos, triunfos
o fracasos y luego nos proponemos que hacer el año que comenzara en pocos días.
Es la naturaleza humana de todos aquellos que razonablemente
llegamos a pensar, aunque casi nunca
concretamos, los miedos se apoderan de nosotros y nos inmovilizan, seguimos
adelante tratando de corregir, pero en el mejor de los caso terminamos
cometiendo los mismos errores o simplemente corregimos los menos
trascendentales.
Tocar y que nos abran las puertas del infinito mar, es para muchos una utopía, no todos
saben manejar los sueños y lo asocian a lo imposible, se rinden antes sus
propias limitaciones, no dan pasos en la dirección correcta, los miedos los
paralizan y la impotencia los domina, avanzan un paso, desafían sus miedos y
luego retroceden hasta el punto inicial. Son felices viviendo sus propias
incertidumbres, su imaginación la transforman en una constante mutada e inverosímil indecision, respirar sin soñar se
hace su dogma. Las discusiones son el hábitat insuperable que merodea en su cotidianidad,
se acostumbran y no saben vivir sin la contradicción, se imponen metas y entienden
que deben contradecir la luz por brillante que sea, para ellos o ellas será de
noche aunque el sol se encuentre marchitando las hojas, el agua no será capaz
de mojar sino cuando ellos quieren que el agua sea mojada, sino el agua será seca,
la naturaleza humana complica hasta la manera de caminar en sociedad.
La insolencia del pensamiento no es más que la primera
palabra cargada de intrascendencia autónoma, desmotivada insurge como los
primeros destellos de luz emanados por cualquier
estrella, opacar al pensamiento es la tarea diaria de todos y todas que
simplemente se niegan a vivir sin paz.
Correr detrás del aire es inmoral para los que no saben
respirar la pasión de sentirse útiles, victimizarse es parte de una idiosincrasia
muerta por la imperfección de nuestras discapacidades emocionales, moramos lo
que queremos ver, lo que no queremos ver sabemos que existe, pero no le damos
importancia ya que no es parte del mundo en miniatura dibujado en nuestro patrón
genético. Queremos sentir, solo lo que la rutina nos marca, de nada sirve la palabra
que no queremos leer y que no nos interesa oír, un abrazo se convierte en una emoción
obligada, un beso en un calvario del cual debemos huir.
Deambulamos en una capsula sumergidos en nuestra incapacidad
emocional de aceptar, solo al cerrar los ojos palpamos distracción que nuestros
dedos gratifican, al abrirlos dejamos de procesar lo que consideramos absurdo,
aunque la gratificación haya sido sublime. Lo absurdo
lo hacemos necesario en nuestra soledad, al terminar el regocijo bajamos las
escaleras arrepentidos pero felices, nuevamente somos inmaculados y desmostamos
cualquier imperfección de 10 minutos, nos alejamos y ponemos la distancia como
un intervalo hasta encontrar más tiempo para el absurdo.
Siempre he entendido la política como un arte, no como un
medio de vida. En nuestra Venezuela actual, hay pocos artistas de la política,
los payasos son la alternativa de supervivencia en este gran circo de
indolencia, el discurso lo han trasformado en incoherencia para esconder la incapacidad, inventar culpables para
nuestros errores es simpáticamente lo
que prospera en la imperfección, el engaño es la fuente de la perpetuidad, bajo
un control político desaprovechado, la crítica es una traición, los antivalores
la redención.
La sumisión es el patrón concertado, la alternabilidad es
una quimera. Mantener un discurso
cargado de odio es necesario, aunque para ello enaltecemos la paz, el amor es
el desamor, la hipocresía de los malos actores del arte no justifica tanta
maldad en el discurso, lo subliminal es lo que entendemos ya que no hay forma
de que clarificar y procesar tanta estupidez. Creamos un culpable y lo matamos
en el discurso, se solicita a las masas confianza, que no tienen ellos mismos
en ellos mismos la fe y la esperanza la
desnaturalizan y la acribillan sin menoscabo. Tanto poder político y económico desperdiciado,
una caja, una bolsa es el sinónimo de progreso y una victoria ante una guerra
que cada día nos conduce al abismo sin fondo de los sueños perdidos,
extraviados.
La ideología se convierte en soledad política, desvirtuada y
violada por la corrupción, no hay deudos, la familia se diluye en el ocaso de
la distancia y nos cuestiona, desde los anaqueles de Walmart cargados de lo mínimo necesario que ya hoy ha dejado de existir
y solo atesoramos en nuestros recuerdos vagos. Retrocedemos cada día más hacia
adelante no hay quien detenga la caída, para eso son buenos los que detentan el
poder político y económico. Son los terceros los causantes de nuestras
desdichas, las pasiones solo son producidas en la grandeza de una mesa adornada
con uvas secas y flores aterciopeladas. Las
canciones han dejado de tener letras y música. El frio y la nieve pasan hacer
otro medio de supervivencia en mis afectos, aquellos que ya dejaron de ver a
Venezuela y las calles de la amada y olvidada Caracas. El arbolito de navidad
se reorganizo de lo particular a lo general, los regalos serán un privilegio de
pocos. Nos cambiaron la vida, los malos actores, los que aún no terminan de
entender que la política es un arte, y el poder es solo un medio para hacer el
bien, no para hacerse ellos el bien, particularizaron sus aberraciones, la
prepotencia, la arrogancia los ha llevado donde el jalabolismo ha querido. Voltearon
el día y trasformaron la noche en 24 horas de caos, la luz del sol ha desaparecido,
solo la luna juega con nosotros e incluso
conmigo.
2017 ha sido un año de mucha maldad política, un año muy
duro que no hay manera de olvidar, ha sido un año de todos contra todos en el
cual ha prevalecido la distorsión, la falta de equilibrio y proporción económica,
la indolencia ha sido el paradigma de lo
que no debe ser la justicia, mucho sufrimiento, odio e insanidad total, el amor
se perdió y aún sigue extraviado, la paz es relativa y unos creen han salido
victoriosos, no han aprendido a darle la lectura política apropiada a los
eventos.
La vida siempre es alegría a pesar de que la distancia se
interponga entre nosotros, este año nació Darian, mi cuarto nieto, las barreras
del mar se han interpuesto entre nosotros para cargarlo y cobijarlo entre
abrazos y besos, un niño esperado, un nieto deseado, hoy gatea en la alfombra
de un espacio no conocido para mí, el tiempo muta y su indetenible andar lo está convirtiendo
en un niño preñado de mucho amor, el tiempo de dios es perfecto y le doy
gracias por todo, en el momento justo lo llevare a mis brazos y lo bañare de
todo el amor que se merece. De igual forma una sobrina nieta y otro sobrino
nieto llevan ya impreso en su vida otro
pasaporte, nacieron fuera de esta amada tierra.
Cuando enciendo las luces del arbolito que diligentemente
armamos mi hija, mi yerno y los pequeños que aún están corriendo en estas
cuatro paredes, pienso en Dayal, pienso en Nono, en la andanzas de Bebeto, la
lluvia florece en mis ojos, busco la bulla y el silencio sigue dominado mi alma
que poco a poco ha desatado una controversia interna y aun no sé qué desenlace
ha de tener. La pasión por mi equipo Leones del Caracas ya ha dejado de ser una
motivación no hay con quien festejar el triunfo, los gritos de alegría y las
parrillas son invisibles, la mirada se pierde en el fogón apagado, evito los
recuerdos y me desprendo de la intensidad de los mismos, la alegría por los
triunfos la vivo en silencio y me retuerzo en el olvido, pongo mi mente en
blanco, Roberto ha pasado a ser el tutor, el testigo está en sus manos.
Mis nietos los Andrés siguen caminando en travesura uno más
que el otro con ocurrencias una peor que
la anterior, mi nieta Aisha creciendo cada día más, desprendiéndose de ella
misma y asumiendo nuevos roles en su etapa de crecimiento, todos cargados de
mucho amor, hasta que la distancia marque su punto de no retorno y el mar sea quien
nos separe. La casa materna ha sido
despoblada, la ilusión se fugó con la esperanza, no los critico solo los
extraño.
El cansancio en estos días redobla su intensidad, la locura
se apodera de la gente, la insatisfacción es general y sin un punto de inflexión
que los llenes de ilusión, llegara el momento de pasar factura.
Las carencias se miden de acuerdo al interés de quien las carece,
la insatisfacción en ocasiones roban el alma, la entristecen y por arte de magia
desmonta la risa y la alegría de vivir,
los pensamientos no permiten la articulación social, es bueno no pensar y
seguir con idea claras en la mente que posibiliten la luz, la energía y sobre
todo entender que el ser supremo que mora en todas partes revitaliza nuestro espíritu, solo si lo dejamos y creemos
en él con mucha fe.
Dos eventos ya casi finalizando el año fueron de naturaleza
distinta, Geraldo mi entrañable hermano de Costa Rica nos visitó, diez días insuperables
de muchos recuerdos y anécdotas que nos trasladaron a nuestra amada Moscú. Días
que a pesar de la intransigencia no pudieron desmarcar la alegría del reencuentro.
Otro evento muy desafortunado, gracias a dios se pudo
superar y hoy podemos disfrutar de la presencia inmaculada del hacedor de que nuestra
vida sea más fácil, gracias por seguir entre nosotros, te amamos pequeña mentira
italiana.
Algunos de los prófugos o causantes del despoblado regresan
cargados de mucha paz, desconocen la Venezuela que un día dejaron atrás, no hay
exageración, la viven en carne propia y la degustan a sus anchas, el desorden
nunca ha cambiado por el contrario se refuerza hoy en anarquía y una lucha sin
cuartel por la supervivencia. Es lamentable.
Un año más de vida que se nos permitió y nos sigue robando
la juventud, otrora cuanto quise tener 21 años, hoy imposible retroceder, pero consciente de
la labor cumplida en el entendido que han sido años, maravillosos, con pasajes
de dolor, pero maravillosos.
El contador ha de seguir su cuenta, hasta que dejen de correr
minutos y la vida se detenga, solo los recuerdos prevalecerán en aquellos que
te quisieron y los que nunca lo hicieron, quien será el último en irse es la
pregunta sin repuesta que muchos se hacen, entre tanto hay que vivir día por día
como si fuera el ultimo.
Los “buenos” que ya se parecen tanto a los malos, y a los
malos, todos se unieron para quitarnos este año las navidades, no lo van a
lograr, las mentiras siempre resaltaran en su maldad, tanto agua ira al cántaro
hasta que se rebose y comience el lavado de la
verdad.
A mis seres queridos, mis afectos les deseo lo mejor del
mundo, la distancia nuevamente se interpone entre nosotros, ya nunca más será igual,
las nuevas identidades que han tomado los hace invisibles, el recuerdo solo
preñara la cena de la navidad, la nostalgia se encargara de los demás, hasta el
próximo día que la vida retome la razón de su partida, otros afectos algún día entenderán
si fueron sabias o no esas decisiones, en todo caso, quien nunca se ocupó
seguro mandara un mensaje cuando la nostalgia los separe del gozo que entre
risas, abundancia, y licor viven, de qué sirve un mensaje cargado de nostalgia,
cuando el patrón es la inconsistencia o verte como el inquisidor. Mejor no gasten el saldo.
Tengo vida gracias a dios hoy, estaré sentado en la mesa con
quienes aún no se han marchado en busca de sueños que extraviaron, disfrutare
cada momento como nunca, tengo paz de alma y corazón con desequilibrios, nada es
perfecto jajajajaja.
El amor seguirá bañando las ilusiones, seguirá siendo la
fuerza que nos mueve hacia adelante con más optimismo, con mucha fe en dios y
todo lo que tiene preparado para mí el próximo
año, gracias mi dios por todo. No hay soledad en mi alma, están los que quieren
estar.
Nos vemos en el espejo único lugar donde no podemos mentir.
Los quiero hasta infinito y más allá.
NO LOS RECUERDO, SE
RECUERDA A QUIEN SE OLVIDA, USTEDES ESTÁN TODOS LOS DÍAS PRESENTE EN MIS
PENSAMIENTOS.
FELIZ NAVIDAD Y
PRÓSPERO AÑO 2018.
P.D, Gracias a LA NIÑO Jesús de la vereda, no la descubro por razones obvias, gracias por tanto amor.
P.D, Gracias a LA NIÑO Jesús de la vereda, no la descubro por razones obvias, gracias por tanto amor.
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