domingo, diciembre 24, 2017

Mi Mensaje de Navidad 2017

Casi todos a final de año hacemos un recuento en nuestra memoria de lo vivido en el año próximo a finalizar, recordamos eventos alegres y tristes que estamos dejando atrás, obedece a una lógica, memorizamos lo hecho y lo que dejamos por hacer, comenzamos a descifrar errores o aciertos, triunfos o fracasos y luego nos proponemos que hacer el año que comenzara en pocos días.


Es la naturaleza humana de todos aquellos que razonablemente llegamos a pensar,  aunque casi nunca concretamos, los miedos se apoderan de nosotros y nos inmovilizan, seguimos adelante tratando de corregir, pero en el mejor de los caso terminamos cometiendo los mismos errores o simplemente corregimos los menos trascendentales.

Tocar y que nos abran las puertas del  infinito mar, es para muchos una utopía, no todos saben manejar los sueños y lo asocian a lo imposible, se rinden antes sus propias limitaciones, no dan pasos en la dirección correcta, los miedos los paralizan y la impotencia los domina, avanzan un paso, desafían sus miedos y luego retroceden hasta el punto inicial. Son felices viviendo sus propias incertidumbres, su imaginación la transforman en una constante mutada e  inverosímil indecision, respirar sin soñar se hace su dogma. Las discusiones son el hábitat insuperable que merodea en su cotidianidad, se acostumbran y no saben vivir sin la contradicción, se imponen metas y entienden que deben contradecir la luz por brillante que sea, para ellos o ellas será de noche aunque el sol se encuentre marchitando las hojas, el agua no será capaz de mojar sino cuando ellos quieren que el agua sea mojada, sino el agua será seca, la naturaleza humana complica hasta la manera de caminar en sociedad.  

La insolencia del pensamiento no es más que la primera palabra cargada de intrascendencia autónoma, desmotivada insurge como los primeros destellos de luz emanados por  cualquier estrella, opacar al pensamiento es la tarea diaria de todos y todas que simplemente se niegan a vivir sin paz.
Correr detrás del aire es inmoral para los que no saben respirar la pasión de sentirse útiles, victimizarse es parte de una idiosincrasia muerta por la imperfección de nuestras discapacidades emocionales, moramos lo que queremos ver, lo que no queremos ver sabemos que existe, pero no le damos importancia ya que no es parte del mundo en miniatura dibujado en nuestro patrón genético. Queremos sentir, solo lo que la rutina nos marca, de nada sirve la palabra que no queremos leer y que no nos interesa oír, un abrazo se convierte en una emoción obligada, un beso en un calvario del cual debemos huir.

Deambulamos en una capsula sumergidos en nuestra incapacidad emocional de aceptar, solo al cerrar los ojos palpamos distracción que nuestros dedos gratifican, al abrirlos dejamos de procesar lo que consideramos absurdo, aunque la gratificación haya sido sublime.   Lo absurdo lo hacemos necesario en nuestra soledad, al terminar el regocijo bajamos las escaleras arrepentidos pero felices, nuevamente somos inmaculados y desmostamos cualquier imperfección de 10 minutos, nos alejamos y ponemos la distancia como un intervalo hasta encontrar más tiempo para el absurdo.  

Siempre he entendido la política como un arte, no como un medio de vida. En nuestra Venezuela actual, hay pocos artistas de la política, los payasos son la alternativa de supervivencia en este gran circo de indolencia, el discurso lo han trasformado en incoherencia para  esconder la incapacidad, inventar culpables para nuestros errores  es simpáticamente lo que prospera en la imperfección, el engaño es la fuente de la perpetuidad, bajo un control político desaprovechado, la crítica es una traición, los antivalores la redención.

La sumisión es el patrón concertado, la alternabilidad es una quimera.  Mantener un discurso cargado de odio es necesario, aunque para ello enaltecemos la paz, el amor es el desamor, la hipocresía de los malos actores del arte no justifica tanta maldad en el discurso, lo subliminal es lo que entendemos ya que no hay forma de que clarificar y procesar tanta estupidez. Creamos un culpable y lo matamos en el discurso, se solicita a las masas confianza, que no tienen ellos mismos en ellos mismos  la fe y la esperanza la desnaturalizan y la acribillan sin menoscabo. Tanto poder político y económico desperdiciado, una caja, una bolsa es el sinónimo de progreso y una victoria ante una guerra que cada día nos conduce al abismo sin fondo de los sueños perdidos, extraviados.

La ideología se convierte en soledad política, desvirtuada y violada por la corrupción, no hay deudos, la familia se diluye en el ocaso de la distancia y nos cuestiona, desde los anaqueles  de Walmart cargados de  lo mínimo necesario que ya hoy ha dejado de existir y solo atesoramos en nuestros recuerdos vagos. Retrocedemos cada día más hacia adelante no hay quien detenga la caída, para eso son buenos los que detentan el poder político y económico. Son los terceros los causantes de nuestras desdichas, las pasiones solo son producidas en la grandeza de una mesa adornada  con uvas secas y flores aterciopeladas. Las canciones han dejado de tener letras y música. El frio y la nieve pasan hacer otro medio de supervivencia en mis afectos, aquellos que ya dejaron de ver a Venezuela y las calles de la amada y olvidada Caracas. El arbolito de navidad se reorganizo de lo particular a lo general, los regalos serán un privilegio de pocos. Nos cambiaron la vida, los malos actores, los que aún no terminan de entender que la política es un arte, y el poder es solo un medio para hacer el bien, no para hacerse ellos el bien, particularizaron sus aberraciones, la prepotencia, la arrogancia los ha llevado donde el jalabolismo ha querido. Voltearon el día y trasformaron la noche en 24 horas de caos, la luz del sol ha desaparecido, solo la luna juega con nosotros e incluso  conmigo.

2017 ha sido un año de mucha maldad política, un año muy duro que no hay manera de olvidar, ha sido un año de todos contra todos en el cual ha prevalecido la distorsión, la falta de equilibrio y proporción económica,  la indolencia ha sido el paradigma de lo que no debe ser la justicia, mucho sufrimiento, odio e insanidad total, el amor se perdió y aún sigue extraviado, la paz es relativa y unos creen han salido victoriosos, no han aprendido a darle la lectura política apropiada a los eventos.     
La vida siempre es alegría a pesar de que la distancia se interponga entre nosotros, este año nació Darian, mi cuarto nieto, las barreras del mar se han interpuesto entre nosotros para cargarlo y cobijarlo entre abrazos y besos, un niño esperado, un nieto deseado, hoy gatea en la alfombra de un espacio no conocido para mí, el tiempo muta  y su indetenible andar lo está convirtiendo en un niño preñado de mucho amor, el tiempo de dios es perfecto y le doy gracias por todo, en el momento justo lo llevare a mis brazos y lo bañare de todo el amor que se merece. De igual forma una sobrina nieta y otro sobrino nieto llevan ya impreso  en su vida otro pasaporte, nacieron fuera de esta amada tierra.
Cuando enciendo las luces del arbolito que diligentemente armamos mi hija, mi yerno y los pequeños que aún están corriendo en estas cuatro paredes, pienso en Dayal, pienso en Nono, en la andanzas de Bebeto, la lluvia florece en mis ojos, busco la bulla y el silencio sigue dominado mi alma que poco a poco ha desatado una controversia interna y aun no sé qué desenlace ha de tener. La pasión por mi equipo Leones del Caracas ya ha dejado de ser una motivación no hay con quien festejar el triunfo, los gritos de alegría y las parrillas son invisibles, la mirada se pierde en el fogón apagado, evito los recuerdos y me desprendo de la intensidad de los mismos, la alegría por los triunfos la vivo en silencio y me retuerzo en el olvido, pongo mi mente en blanco, Roberto ha pasado a ser el tutor, el testigo está en sus manos.

Mis nietos los Andrés siguen caminando en travesura uno más que el otro con ocurrencias  una peor que la anterior, mi nieta Aisha creciendo cada día más, desprendiéndose de ella misma y asumiendo nuevos roles en su etapa de crecimiento, todos cargados de mucho amor, hasta que la distancia marque su punto de no retorno y el mar sea quien nos separe.  La casa materna ha sido despoblada, la ilusión se fugó con la esperanza, no los critico solo los extraño.

El cansancio en estos días redobla su intensidad, la locura se apodera de la gente, la insatisfacción es general y sin un punto de inflexión que los llenes de ilusión, llegara el momento de pasar factura.
Las carencias se miden de acuerdo al interés de quien las carece, la insatisfacción en ocasiones roban el alma, la entristecen y por arte de magia  desmonta la risa y la alegría de vivir, los pensamientos no permiten la articulación social, es bueno no pensar y seguir con idea claras en la mente que posibiliten la luz, la energía y sobre todo entender que el ser supremo que mora en todas partes revitaliza  nuestro espíritu, solo si lo dejamos y creemos en él con mucha fe.

Dos eventos ya casi finalizando el año fueron de naturaleza distinta, Geraldo mi entrañable hermano de Costa Rica nos visitó, diez días insuperables de muchos recuerdos y anécdotas que nos trasladaron a nuestra amada Moscú. Días que a pesar de la intransigencia no pudieron desmarcar la alegría del reencuentro.

Otro evento muy desafortunado, gracias a dios se pudo superar y hoy podemos disfrutar de la presencia inmaculada del hacedor de que nuestra vida sea más fácil, gracias por seguir entre nosotros, te amamos pequeña mentira italiana.

Algunos de los prófugos o causantes del despoblado regresan cargados de mucha paz, desconocen la Venezuela que un día dejaron atrás, no hay exageración, la viven en carne propia y la degustan a sus anchas, el desorden nunca ha cambiado por el contrario se refuerza hoy en anarquía y una lucha sin cuartel por la supervivencia. Es lamentable.

Un año más de vida que se nos permitió y nos sigue robando la juventud, otrora cuanto quise tener 21 años,  hoy imposible retroceder, pero consciente de la labor cumplida en el entendido que han sido años, maravillosos, con pasajes de dolor, pero maravillosos.

El contador ha de seguir su cuenta, hasta que dejen de correr minutos y la vida se detenga, solo los recuerdos prevalecerán en aquellos que te quisieron y los que nunca lo hicieron, quien será el último en irse es la pregunta sin repuesta que muchos se hacen, entre tanto hay que vivir día por día como si fuera el ultimo.

Los “buenos” que ya se parecen tanto a los malos, y a los malos, todos se unieron para quitarnos este año las navidades, no lo van a lograr, las mentiras siempre resaltaran en su maldad, tanto agua ira al cántaro hasta que se rebose y comience el lavado de   la verdad.

A mis seres queridos, mis afectos les deseo lo mejor del mundo, la distancia nuevamente se interpone entre nosotros, ya nunca más será igual, las nuevas identidades que han tomado los hace invisibles, el recuerdo solo preñara la cena de la navidad, la nostalgia se encargara de los demás, hasta el próximo día que la vida retome la razón de su partida, otros afectos algún día entenderán si fueron sabias o no esas decisiones, en todo caso, quien nunca se ocupó seguro mandara un mensaje cuando la nostalgia los separe del gozo que entre risas, abundancia, y licor viven, de qué sirve un mensaje cargado de nostalgia, cuando el patrón es la inconsistencia o verte como el inquisidor.  Mejor no gasten el saldo.
Tengo vida gracias a dios hoy, estaré sentado en la mesa con quienes aún no se han marchado en busca de sueños que extraviaron, disfrutare cada momento como nunca, tengo paz de alma y corazón con desequilibrios, nada es perfecto jajajajaja.

El amor seguirá bañando las ilusiones, seguirá siendo la fuerza que nos mueve hacia adelante con más optimismo, con mucha fe en dios y todo lo que tiene  preparado para mí el próximo año, gracias mi dios por todo. No hay soledad en mi alma, están los que quieren estar.

Nos vemos en el espejo único lugar donde no podemos mentir.

Los quiero hasta infinito y más allá.

NO LOS RECUERDO, SE RECUERDA A QUIEN SE OLVIDA, USTEDES ESTÁN TODOS LOS DÍAS PRESENTE EN MIS PENSAMIENTOS.

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO 2018. 

P.D, Gracias a LA NIÑO  Jesús de la vereda, no la descubro por razones obvias, gracias por tanto amor. 

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