brota un alma que ha tocado fondo.
No hay perfección mayor que la mirada
de quien se ha levantado del abismo.
castillos de ilusión, frágil espejo.
Más perfecto es ahora este camino
de quien conoce el peso de sus pasos.
La grieta que partió nuestro universo
dejó entrar luz por donde no veíamos.
La piel marcada por antiguas lágrimas
ahora es mapa para nuevos viajes.
Madurez es saber que las heridas
no son solo dolor, sino maestras.
Que amar después de haber sido roto
es el más valiente acto de esperanza.
Toqué fondo en el mar de tu abandono,
me despedí del "nosotros" que fuimos.
Pero en el fondo hallé piedras preciosas:
mi fuerza, mi valor, mi propio rostro.
Lo perfecto no existe en este mundo,
lo sublime es volver a construirse.
Dispuesto a retomar, con cicatrices,
una vida más honda y verdadera.
Y si un día nuestras manos se encuentran
en la distancia que ahora nos separa,
sabremos que quien ama tras la ruptura
posee un corazón más sabio y pleno.
Perfecto no es quien nunca ha caído,
sino quien se levanta transformado.
Listo para amar de nuevo, sin miedo,
con la humildad de quien conoce el fondo.