En tu mirar, el tiempo se detiene,
un universo donde el alma vuela,
cada silencio un verso que nos viene,
la piel que siente, la verdad que anhela.
Así se teje nuestra dulce espera,
un rincón de paz que el corazón celebra.
sin palabras, solo con el roce,
un pacto eterno, un dulce relevo,
que en cada pulso un paraíso cose.
Nuestras manos buscan la ternura,
fugaz y eterna, sin ninguna censura.
Los días pasan, la estación se muda,
mas firme es el lazo que nos une,
ninguna tempestad que nos confunda,
ningún invierno que la fe detune.
Somos la huella en la arena fina,
la melodía que a soñar nos inclina.
Y si la vida nos da mil senderos,
nuestros pasos siempre hallarán la senda,
dos almas fieles, dos luceros,
que en la noche oscura son leyenda.
Así es el amor que en ti descubro,
un universo donde siempre fluyo.
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