miércoles, junio 11, 2025

El Arte de Cicatrizar


Te llevé conmigo
como quien carga el viento,
sabiendo que serías
mi más dulce tormento.

Quisiera haber pausado
cada latido, cada aliento,
pero el mar no se detiene
aunque supliques al tiempo.

En tus ojos descubrí
el peso de los segundos,
cómo pueden transformarse
en universos profundos.

No fuiste mi refugio,
fuiste la tempestad misma
y aun así me lancé
contra tu acantilado, sin prisa.

Sabía el final del cuento,
conocía bien tu esencia:
no calmas, descompones,
no das paz, das violencia.

Mi corazón se partió
no por tu mano cruel,
sino por insistir tanto
en caber donde no cuel.

Mas ahora florezco
en esta nueva piel,
dominando el oficio
de sanar y renacer.

Las heridas van cerrando,
el dolor se vuelve arte—
aprendo que el amor propio
es la única constante.

Y aunque fuiste huracán,
hoy agradezco el viento:
me enseñaste a volar
en mi propio firmamento.

Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

No hay comentarios.: