A tres años de tu luz Edgar


Tres años han florecido
desde que tu risa se volvió brisa,
desde que tus manos, cálidas constelaciones,
se transformaron en estrellas que nos guían.

Pero aquí sigues, río de luz
que abraza las orillas de nuestras almas,
semilla de esperanza
que sembraste en jardines secretos del corazón.

Eras arquitecto de sueños,
constructor de alas rotas,
de los que ven diamantes
donde otros encuentran carbón.

Tu confianza era océano:
no  bañaba porque eran puros,
no envolvía porque sabías que eran
templos en construcción, 
obras maestras por descubrir.

Enseñaste sin sermones,
con el simple acto de ser quien eras:
un hombre que hacía del mundo
un lugar más habitable.

Tres años han pasado
y aun pueden encontrarte
en el consejo que dabas sin pedir,
en el abrazo que falta,
en esa forma tuya de sonreír
que decía "todo va a estar bien".

No te fuiste realmente,
te expandiste.
Ahora vives en muchos,
en cada gesto de bondad
que aprendió de ti,
en cada mano que se tiende
recordando cómo tú lo hacías.

Gracias por haber creído en las personas
cuando ni ellos mismos lo hacían.
Gracias por ser el tipo de persona
que hace que otros quieran ser mejores.

Tu ausencia duele, es cierto,
pero tu presencia trasciende
el tiempo y el espacio.
Sigues aquí, sembrando esperanza,
construyendo puentes,
siendo el hombre extraordinario
que nunca dejaste de ser.

Hoy, en estos tres años de silencio físico,
celebramos el eco infinito de tu voz,
la huella imborrable de tus pasos,
y la certeza de que hay personas
que nunca se van del todo.

Descansa en paz Edgar, sabiendo
que fuiste amado profundamente
y que tu legado sigue vivo
en cada corazón que tocaste.

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Ricardo Abud (Chamosaurio)

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. M.Sc.Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en, Union County College, NJ, USA. Email: chamosaurio@gmail.com

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