En la brisa suave, su figura se asoma,
un destello de luz que en la piel se toma.
Tacones que marcan el ritmo del paso,
cada golpe en el suelo, un firme abrazo.
Su cabello ondea, como ola en el mar,
cada giro un susurro, un canto al andar.
Mujer de mil sueños, de risas y duelos,
su esencia resplandece, rompiendo los cielos.
Con el viento de aliada, se siente invencible,
cada mirada un fuego, cada gesto, unible.
Se lanza a la calle, su reino, su pista,
con el alma despierta, su vida es conquista.
Es danza en el aire, es fuerza y es calma,
un eco de vida que abraza su alma.
Mujer que se siente, que vibra y que sueña,
con cada paso firme, el mundo enseña.
En la noche estrellada, su risa resuena,
como un himno sagrado que nunca se frena.
Así vive intensa, con orgullo y amor,
mujer que se abraza a su propio fervor.
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