Mamá fue una mujer de mucho coraje, con un corazón inmenso de amor y una carga de humildad infinita, no tengo que reprocharle alguna actitud contraria al bien a mi madre, siempre actuó de manera expuesta al bien común.
Su risa era una de sus armas predilectas, le gustaba el
teatro, pero el teatro farandulero, ir con mama (fui varias veces con ella) al
Teatro Chacaíto por nombrar alguno, era todo un espectáculo, un reto, si no la hacían
reír las comedias, ella se reía de la comedia y con ello contagiaba al público
e incluso a los actores, tenía que decirle:
-Coño mamá para por favor
-No empieces Ricardo José, vine a gozar una bola y eso hago, en medio de las
risas me lo decía
La obra debía continuar pero era tan pegajosa su risa que no
había quien pudiera resistirse a sus a ella, sin contar las locuras que podían ocurrírsele
y las decían a todo gañote, ella era el espectáculo en ocasiones, así era mamá,
locuaz como nadie.
Sabía que todo esto pasaría, cuando mama dejara de estar físicamente
con nosotros, vivía con miedo y deje de activarme con la fe, no sé, seguro pensé
que todo estaba escrito ya y olvide a nuestro amado dios. Siempre supe que él
estaba en control desearía por ejemplo retroceder el tiempo para seguir riendo
de sus ocurrencias.
Desearía tenerla nuevamente entre mis brazos y sentirme el niño que me sentía a pesar de
ser ya abuelo, oírla repetir “respeta a los caballeros” refiriéndose a Juan Andrés uno de mis nietos, preguntar por ellos
y por Aisha, saber a través de mi de Darían.
Mamá después que oraba (casi siempre se quedaba dormida,
cuando cayó en cama) nombraba mentalmente a sus nietos, biznietos para no
olvidar a ninguno, puso su casa hermosa por que albergaba la esperanza de verlos
a todos nuevamente reunidos aquí, la fe, la esperanza de que eso iba a suceder
la mantenía viva, eso deseaba. Es probable que acepto que no pasaría y el
cansancio y su lucha ante la espera la tomo desprevenida, no sé.
Hoy en medio del dolor y la desesperanza después de orar
(reconozco no hacerlo tan frecuente como cuando ella estaba entre nosotros)
solo deseo y le pido a nuestro dios que permita que mamá me visite en mis
sueños y me diga cómo es vivir en cielo, como se siente, quien la recibió, si
ha podido ver a la abuela, a papa a Rolando a Dani a Manuel, no creo nos juzgue
por no decirle que Rosa y Humberto se fueron antes que ella y no se lo dijimos,
deseo saber de ella en donde se encuentra, que me dibuje y adorne con detalles
su lugar en el encuentro con nuestro dios, deseo que sus miedos se hayan
desvanecido, ya que no quería partir por temor a todo lo desconocido, gracias a
papá que guio su camino. Alfredo espérame una de sus últimas palabras…
1 comentario:
Me negaba a leer lo que habias escrito sobre Aura, porque estaba seguro de que me quebraría, y así fue. Todos tenemos historias con Aura, yo las cuento, no las escribo; anda conmigo siempre, se asoma por la rendijas de mis suenos; así nos despedimos, en un abrazo INMENSO, sin limites, infinito...
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