pactos invisibles,
huellas en el espíritu
antes del tiempo visible.
ni los atan palabras,
los teje el corazón
cuando el alma se alumbra.
Algunos son destino,
otros, lecciones puras:
lazos de amor o duelo,
risas o amargas curas.
Los firmantes son almas
que antes ya se eligieron,
y en este mundo o otro
el compromiso hicieron.
No hay papel que los guarde,
ni juez que los registre,
sólo el eco del cosmos
sabe dónde suscribirse.
¿Quién puede firmarlos?
Todo el que acepte el viaje,
el que entienda que el alma
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