lunes, junio 09, 2025

Marte en las Manos


Imagínate,
si vinieras otra vez con las manos llenas,
como quien carga promesas en silencio
y las deja caer sin aviso sobre un pecho abierto.
Te extraño,
como se extraña el instante que supo a eternidad
aunque duró lo que dura un parpadeo.

Quise detener el tiempo contigo,
como un niño que intenta atrapar la marea con los dedos,
y terminé aprendiendo el valor de un segundo
cuando sentí que uno solo podía incendiar
toda una vida.

Muchos dicen que donde hay cenizas, hubo fuego.
Pero yo he visto cómo las cenizas también lloran,
cómo la ausencia sigue soplando
hasta que el alma tiembla.

Yo lo supe,
intuí el desastre,
sabía que acercarme a ti
era lanzarme sin traje a la superficie de Marte.
Pero no pude evitarlo.
Tus ojos tenían gravedad,
y tus labios, el eco de todas mis tormentas.

Tú no calmas, tú despiertas.
Eres huracán que no pide permiso,
ni se queda a recoger lo que rompe.
Y no, no te rompen el corazón:
eres tú,
tratando de encajarlo
donde no cabe,
donde ya todo estaba ocupado por el olvido.

Pero mírame ahora:
voy quedando bien.
Me estoy aprendiendo el arte sutil
de cerrar las heridas sin rencor,
de nombrarte sin llorarte,
de mirarme sin buscarte.

Hay belleza en sanar,
incluso después del caos.
Hay poesía en quien sobrevive
al fuego que alguna vez pidió
que lo quemaran completo.
Photo Sharing and Video Hosting at Photobucket

No hay comentarios.: