donde las voces se vuelven susurros,
camina la gente con paso incierto,
llevando en los ojos historias mudas,
mientras el corazón late esperanza.
sabiendo que el mañana es incierto,
que cada despedida puede ser larga,
que cada encuentro es un regalo,
y que el amor trasciende las distancias.
Los niños preguntan por qué el cielo
parece más gris en estos dÃas,
por qué las sonrisas cuestan tanto,
por qué papá mira por la ventana
con esa tristeza que no comprenden.
En las plazas vacÃas danzan sombras
de tiempos mejores que fueron,
cuando la risa era más frecuente,
cuando los sueños no dolÃan tanto,
cuando el futuro tenÃa más colores.
Pero aun en la noche más oscura,
una estrella siempre permanece,
recordando que después del invierno
siempre llega una nueva primavera,
y que el alma nunca deja de creer.