palabras de amor hacia tierras distantes,
donde mis hijos aprenden otros idiomas
pero guardan en el pecho las canciones
que les cantaba en noches de verano.
cada puntada lleva una oración,
cada hebra cuenta una historia perdida,
cada color guarda un pedazo de alma
de nietos que crecen sin su ternura.
Los padres trabajan dobles jornadas,
inventando oficios que no existÃan,
porque el amor no conoce de horarios
cuando se trata de poner el pan
en la mesa de los que más aman.
En las escuelas, maestras heroÃnas
dibujan mundos en pizarras vacÃas,
enseñando con el corazón abierto
que la educación es el único tesoro
que nadie jamás podrá arrebatarnos.
Y aunque las cartas vuelen sin destino,
aunque las respuestas tarden en llegar,
el amor verdadero construye puentes
que conectan corazones a distancia,
que unen almas más allá del tiempo.