eres un ser especial, un ángel en mi camino,
con tu sonrisa dulce y tus ojos llenos de luz,
me haces sentir feliz y lleno de amor y de paz.
Tu corazón es puro y generoso,
tu afecto es sincero y desinteresado,
y cada vez que me abrazas, siento la ternura,
y la inocencia de un niño que solo sabe amar.
Eres un regalo que Dios me ha dado,
un ser lleno de amor y de esperanza,
y en cada gesto tuyo veo la bondad,
y la belleza que se esconde en la niñez.
Tu presencia es un bálsamo para mi alma,
y en cada momento que pasamos juntos,
siento que la vida tiene sentido,
y que el amor es el motor que nos mueve.
Víctor, amor y pureza de sobrino,
gracias por ser como eres,
por enseñarme a ver la vida con otros ojos,
y por llenar mi corazón de amor y de felicidad.
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